Para comprender la existencia de los chakras, de la energía, debemos optar por la visión holística del cuerpo humano. A partir de las teorías de Albert Einstein, se comenzó a ver la realidad de una manera diferente, el modelo newtoniano (mecanicista-todo es materia) dió paso a una visión energética del mundo, de la realidad; y nació una nueva visión holística (del griego holos: todo, total, entero) en Occidente, que es al mismo tiempo muy antigua en Oriente.
Einstein, con su famosa ecuación E=m x C2 nos demostró que la materia y la energía son una única realidad que se presenta en forma diferente; la física cuántica nos dice que los átomos están compuestos de partículas como protones, neutrones y electrones, y que estas partículas subatómicas, están formadas por partículas aún menores denominadas quantas. Las partículas, en especial los electrones, pueden comportarse de dos maneras: como ondas o como partículas. Cuando el electrón no está siendo medido, se comporta como onda, y cuando es observado, se convierte en partícula. El observador modifica lo observado.
Con esto deducimos que lo que vemos como materia sólida, son paquetes de información y energía condensados, dando la apariencia de sólidos... Como consecuencia, no podemos ver nuestro cuerpo como una estructura mecánica , sino como una estructura que se compone de una parte energética, una espiritual y una física (energía condensada) que se mantienen unidas gracias a una serie de fenómenos que se encuentran relacionados entre sí y con el universo en movimiento. Comparados con el universo somos menos que un grano de arena, sin embargo el universo no existiría sin nuestra presencia, ya que somos una de las partes que forma el Todo.
Los Chakras
La palabra chakra es sánscrita y significa rueda. Son centros energéticos, como pequeños conos de energía giratoria. Las antiguas escrituras hablan de unos ochenta y ocho mil chakras aproximadamente, así que no existe en el cuerpo ningún punto que no sea sensible energéticamente, la mayor parte tienen papeles secundarios. Los chakras se establecen en los canales energéticos, concretamente en las intersecciones de los flujos energéticos llamados meridianos.
Hay veintiún chakras secundarios y siete chakras principales que se localizan desde la base de la columna hasta la coronilla de la cabeza. Cada chakra mayor de la parte delantera del cuerpo tiene su par en el dorso, y juntos se consideran como manifestaciones de un solo chakra. Los aspectos frontales están relacionados con los sentimientos de la persona y los dorsales con su voluntad, y los tres de la cabeza, con sus procesos mentales. Los chakras uno y siete, se pueden considerar como "apareados", puesto que son puntas abiertas de la principal corriente de fuerza vertical que recorre arriba y abajo la espina dorsal, a cuyo interior señalan todos los chakras.
Cada uno de los siete chakras, tiene siete capas y cada una de éstas se corresponde con una capa del campo aural. La energía puede fluir de una capa a otra a través del chakra.
FUNCIÓN DE LOS CHAKRAS
Los chakras son los responsables del flujo energético en el cuerpo humano. Todos los chakras mayores, los menores, los inferiores y los puntos de acupuntura, son aberturas por donde fluye la energía a y desde el aura. Somos como esponjas en el mar de energía que nos rodea. Como ésta siempre se asocia con alguna forma de consciencia, experimentamos la energía que intercambiamos en términos de ver, oir, sentir, intuir o conocer directamente.
Su función principal es absorber el prana (energía), metabolizarlo, distribuirlo alimentando nuestra aura y finalmente emitir energía al exterior. Son transmisores de energía, intercambian la energía con el campo energético universal, y unen el cuerpo físico al sutil, sus vòrtices giratorios están en constante movimiento. O sea, las tres funciones principales:
Revitalizan cada cuerpo aural y con ello, el cuerpo físico.
Provocan el desarrollo de distintos aspectos de la autoconsciencia.
Cada chakra está relacionado con una función psicológica
específica.
Transmiten la energía entre los niveles aurales. Cada capa aural
tiene su propio juego de siete chakras mayores, esto es posible
porque cada capa progresiva existe en octavas de frecuencia
siempre crecientes. Los chakras parecen estar alojados unos dentro
de otros, y la energía se transmite de una capa a la siguiente por
medio de pasajes situados en las puntas de los chakras, la mayoría
de las personas tienen sellados estos pasajes, que se abren como
resultado de un trabajo de purificación.
Cada chakra, está conectado con una glándula endocrina, un plexo nervioso y está vinculado con una región del cuerpo abarcando órganos que desempeñan funciones específicas en el plano emocional, mental y espiritual.
Cada chakra tiene resonancia con un color, que deriva de la frecuencia de vibración del mismo. Cada uno vibra con un sonido o mantra que corresponde a una nota musical y también se relaciona con un elemento natural (tierra, agua, fuego, aire, éter). En oriente se los ve como si fueran flores, con un número determinado de pétalos en función de la complejidad de cada uno.
El buen funcionamiento es sinónimo de buena salud, y la apertura de todos a todos los niveles es sinónimo de evolución.
Es bastante habitual que algunos chakras estén bloqueados o incluso deformados; esto sucede porque ante una experiencia desagradable, a veces reaccionamos cerrándonos a nuestros sentimientos y deteniendo así gran parte del flujo energético natural, afectando el desarrollo y la maduración de los chakras, inhibiendo estos procesos.
Cuando una persona bloquea cualquier experiencia, los chakras se taponan y comienzan a girar de forma irregular, en sentido contrario a las agujas del reloj, el chakra en vez de alimentarse de la energía universal, hace que la energía se pierda.
Cuando funcionan con normalidad, cada uno se abre como una flor, girando en sentido de las agujas del reloj para metabolizar las energías que necesita del campo universal.
Los chakras no sólo son metabolizadores de energía, sino que tambien la detectan proporcionándonos información sobre el mundo que nos rodea, si los cerramos, esa información no entra. Cuando giran en sentido contrario, hacemos salir nuestra energía al mundo, detectamos nuestra energía que hemos enviado y decimos que eso es el mundo. Es lo que en psicología llamamos proyección.
http://www.centroelim.org/los-chakras-centros-de-energ%C3%ADa/