Algunas mujeres odian a los hombres y ciertos hombres odian a las mujeres. El aborrecimiento de los varones por parte de las féminas, se denomina "misandria" que proviene del inglés "misandry" o del francés "misandrie". En castellano sería "androfobia", que quiere decir una aversión obsesiva hacia los hombres.
En los hombres que no aceptan a las mujeres, esta patología se llama "misoginia". Al que la sufre se le nombra "misógino".
Así, tal como hemos expuesto, misoginia define la aversión a las mujeres por parte de los hombres y misandria el odio de las mujeres a los varones.
A la misandria se le define como un problema cultural vinculado a las justas luchas de la mujer para alcanzar la igualdad de géneros, negada por milenios, dado el machismo reinante. La mujer misándrica lleva el feminismo a extremos de negar y excluir al hombre. Una feminista no odia a los varones, busca sí obtener sus derechos como todo ciudadano. La misándrica es una persona que odia y discrimina a otra por su sexo. De hecho redescubre un racismo de género, si bien no de raza o color de piel.
Por su parte, el hombre misógino desprecia a la mujer y le da un trato de ser "inferior". Esta forma de comportamiento tiene su raíz en el machismo y se remonta a expresiones como las de Aristóteles y Pitágoras en la Grecia antigua cuando decían, respectivamente: "La hembra lo es por la falta de cualidades" y "Hay un principio bueno, que ha creado el orden, la luz y el hombre, y un principio malo, que ha creado el caos, las tinieblas y la mujer". Posteriormente, y hasta el siglo XX, centuria fundamental en la emancipación femenina, las distintas religiones y culturas que dominaron, ubicaron a la mujer como un ser humano de segunda. Algunos hoy han llevado al machismo a su máxima expresión y padecen la misoginia, pero desde luego, la misoginia es considerada como un atraso en el pensamiento de la humanidad, desde un punto de vista espiritual y sociocultural. Se encuentra estrechamente relacionada al concepto de predominio masculino. Los misóginos fanáticos, practican el celibato y niegan la formación familiar por seguir prácticas enfocadas a unos supuestos logros de virtudes y liberación del espíritu, sin darse cuenta que siguen caminos antinaturales.
Otra causa que se presenta esporádicamente como origen de estas conductas es la homosexualidad, hombres homosexuales que odian a mujeres porque le compiten con otros hombres y lesbianas que odian a hombres por la misma razón.
También existen hombres y mujeres que odian a su propio género sexual. Es decir mujeres misóginas y hombres misándricos. La misoginia y la misandria pueden ser tratadas por profesionales de la ciencia de la conducta con buen pronóstico. Su opinión suele ser siempre valiosa.
http://www.proyectopv.org/2-verdad/odioalsexoppsic.htm