Desde que nacemos, vivimos muchas experiencias en las cuales nos relacionamos, con dos tipos de maestros para alcanzar nuestra evolución espiritual y personal.
Lo que yo he denominado como “Ángeles Negros” son maestros ásperos, oscuros, negativos, irascibles y a veces crueles. Ellos vienen a enseñarnos Como NO deben hacerse las cosas. Estos maestros pueden ser parientes, alguno de nuestros padres, una abuela o algún profesor del colegio quien a través del trato injusto nos obliga a crecer antes de tiempo y a extraer de nosotros esa fuerza interior que no usaríamos si no tuviésemos que enfrentarlos.
Cuando pasan los años y vemos que ha sucedido con esos Ángeles Negros, podemos verlos solos. Prácticamente se han quedado sin amistades y es a veces muy raro que sus parientes mas cercanos los visiten, y si lo hacen es con muy poca frecuencia.
Cuando te enfrascas en un lucha de poder con un “Ángel Negro”, estas perdido. La manera de ganar la lucha con estos Ángeles es dejándolos solos y seguir aparte tu camino.
Cuando hablas con un “Ángel Negro” que ya está en la tercera edad, puedes constatar la mayoría de las veces, que no han cambiado su manera de pensar. No han evolucionado ni han crecido como persona y se han quedado esclavos de sus viejas creencias y paradigmas y peor aun: “nadie quiere estar con ellos”.
Estos “Ángeles Negros” pareciera que hubiesen sacrificado su propia evolución para hacer crecer a otros a costa de no crecer ellos mismos. Mirándolo desde este punto de vista puede que sea más fácil lidiar con el rencor y la ira que podemos sentir por ellos cuando nos acordamos de los malos tratos de los que injustamente fuimos objeto. Podemos mirarnos y enorgullecernos de todo lo que crecimos a pesar de ellos.
Los Ángeles Blancos, por el contrario, son aquellos maestros que vienen a nosotros para enseñarnos a través de la bondad, el amor, la justicia y la nobleza de sus actos. Son aquellas personas que dejan en nuestro corazón una huella indeleble. Estos maestros nos enseñan con el ejemplo “como deben hacerse las cosas”. Son personas desprendidas y generosas por naturaleza. Los admiramos y dejan en nosotros una lección de vida que recordamos en ciertas circunstancias cuando debemos tomar decisiones sobre cómo actuar y conducirnos en momentos cruciales de nuestra existencia.
Los Ángeles Blancos se ven rodeados, muy su pesar, por personas que se sienten débiles y que piensan que tienen un salvador al cual se le debe exigir ayuda y apoyo incondicional para resolver sus problemas.
Es importante reconocer la lección que estos dos tipos de ángeles vienen a enseñarnos. Tomar los que nos sirve de cada uno para nuestro mayor bien y continuar nuestro camino. Aferrarnos a unos o a otros bien sea a través del rencor o a través de la dependencia emocional, impide que crezcan nuestras alas y que podamos recorrer libres nuestro propio camino.
Recuerda que tú también eres un maestro. Puedes enseñar a otros a través del amor y la bondad o través de la aspereza y la amargura que dejaste entrar en tu corazón. Pero lo mas importante es que siempre eres tu quien elige quien quieres ser.
Si alguien aprende de ti, bien, y si tú aprendes de alguien, bien. En cualquier circunstancia, la evolución se alcanza cuando eliges ser tu mismo.
Que la Luz te envuelva, gracias por estar allí
Autor: Lilisu