Cuando pensamos en la resistencia al cambio generalmente lo asociamos a grandes cosas que suceden en nuestra vida o a eventos significativos como mudarse, divorciarse, casarse, cambiar trabajo, tener un hijo, etc. Sin embargo, son las pequeñas molestias del diario vivir ante la cual oponemos una feroz resistencia las que van consumiendo nuestra energía vital. Nos altera que el semáforo tarde en cambiar de luz, si no nos dejan pasar de canal. Si el portero de la oficina no me saludó, si la señora que va sentada a mi lado habla con un tono de voz chillón y paremos de contar…
Vivimos continuamente creando resistencia como que si por nos revolcarnos en nuestra propia furia o molestia la situación va a cambiar en algo. Aprendemos a crear problemas en nuestra vida a partir de estas pequeñas molestias. Suponemos que el mundo, la gente, la naturaleza o el universo deberían marchar al ritmo que a nosotros nos conviene y si no es así asumimos la pataleta del niño llorón a quien la mamá no termina de darle el helado.
Como dijo Budha: La resistencia es lo que causa el sufrimiento. Someter nuestra mente y cuerpo a pequeñas dosis de veneno todos los días cuando todo nos molesta y nada se conforma a nuestra soberana voluntad, va creando acidez estomacal, durezas y calcificaciones en los riñones, el sistema nervioso alterado, cansancio crónico y un montón de síntomas que no arreglan la situación y erosionan nuestra salud.
Cuando te descubras molesto por algo, recupera la respiración inmediatamente. Inhala y exhala profundamente una y otra vez hasta que repongas el oxigeno que has restado a tu cuerpo y hayas recobrado tu paz mental y emocional. Envía mentalmente luz violeta a tu cuerpo y desde tu corazón visualiza un rayo de luz violeta y rosa hacia la fuente de tu molestia para transmutar en bien el malestar que te está causando. Pide brevemente perdón por tu aporte tóxico en contra de la paz del planeta: “Perdóname señor el mal uso de tu energía, gracias”
Un buen ejercicio es poner una alarma cada hora y en ese momento que escuches la alarma, evalúa como te sientes, y donde está tu energía: ¿Alta o baja, entonces si descubres que estas cargado negativamente transmuta y respira.
Es tu decisión resistirte y generar emociones contaminantes o contribuir con un gesto de conciliación a que haya más armonía y paz. A todos nos ha pasado que no podemos controlar nuestras emociones pero en nuestras manos está corregirlas y reeducarnos conscientemente para transformar hábitos nocivos en conductas constructivas.
Veras que progresivamente se abren caminos de prosperidad, salud y progreso porque estarás enviando otro mensaje energético al mundo que atraerá , personas y eventos conexiones mas amorosas y afines a ti y a tu nueva luz personal.
http://www.notasdeluz.com/verArticulo.php?art=897