Cuando se acaba una relación se debe tratar de diferenciar por lo que realmente se sufre, a veces no es por amor sino por tus sueños no cumplidos.
Cuando rompemos con nuestras parejas pensamos que nada más en el mundo tiene valor si no estamos con esa persona al lado y que nuestro corazón se desangra y moriremos de amor.
Sin embargo, parece que nadie sufre por amor, porque según una teoría, por lo que realmente sufrimos es por vacíos no resueltos de la infancia.
Cuando se acaba una relación se debe tratar de diferenciar si realmente se sufre por amor o por no ver tus sueños cumplidos, lo que imaginaste de esa relación. Por aguantar tratos que no mereces, para salvar la pareja y la familia.
Es absolutamente imposible sufrir por amor, se sufre por carencias y heridas emocionales de la infancia.
A muchas personas le causa una pena y frustración muy grande haber puesto todas sus energías en conquistar a la otra persona, en prestarle dedicación y no lograrlo.
Si crees que amar es aguantar que te hieran y te traten mal deberás cambiar esta creencia para tener algún tipo de relación más sana en el futuro.
Para terminar con una relación dañina debes conocerte a ti misma, pensar qué cosas necesitas, qué cosas te están entregando, mirar en tu historia familia y revisar que cosas estas repitiendo.
Salir de una relación problemática si se puede. Nadie ha muerto por amor. La decisión está en nuestras manos.
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