¿Cuáles son los efectos negativos del resentimiento no resuelto?Cuando no has logrado resolver tu resentimiento:
- Te muestras hipersensible o con los nervios de punta cuando te recuerdan la persona o personas implicadas.
- Tiendes a negar cualquier sentimiento de ira u odio hacia esa persona.
- Te sientes provocado o encolerizado cuando ves que las personas contra quienes guardas resentimiento son reconocidas por sus logros.
- Te recriminan tu actitud hostil, cínica, y sarcástica, la cual se convierte en una barrera entre tú y las personas con quienes deseas establecer una relación sana.
- Te quedas estancado en tu desarrollo personal.
- Rechazas todos los intentos de los demás para conseguir que trabajes en el perdón y olvidar ofensas y daños pasados.
- Resistes todas las tentativas de empujarte a seguir con tu vida, incluyendo la sugerencia de que tienes un asunto pendiente con personas de tu pasado en el que deberías trabajar.
- Encuentras difícil abrirte y confiar en otras personas, especialmente en nuevas relaciones.
- Encuentras duro creer que no serás reconocido por tu capacidad, valor, y logros.
¿Qué pensamientos irracionales se encuentran en la base del resentimiento?
Los pensamientos irracionales son pensamientos no constructivos que dan lugar a emociones negativas muy intensas y desagradables. El resentimiento suele ir acompañado de ese tipo de pensamientos que lo generan, intensifican y mantienen a lo largo del tiempo sin lograr resolverlo satisfactoriamente y seguir adelante con nuestras vidas.
- No importa lo que haga; nunca es lo bastante bueno, así que para qué intentarlo.
- La gente va a por mí, así que los rechazaré antes de que me rechacen a mí.
- No tiene sentido resolver temas pendientes con personas de mi pasado que me trataron mal.
- Todos van a por mí.
- El trabajo duro, una vida correcta, y tratar a la gente con justicia es una pérdida de tiempo; no recibes nada a cambio.
- No hay manera de que pueda perdonar u olvidar.
- No lograré nada de lo que intente. Siempre he perdido hasta ahora.
- Estoy destinado a ser un perdedor o un fracaso.
- Mi vida al menos debería ser justa.
- Es mejor poner buena cara y aguantar; nunca conseguiré nada con un acercamiento abierto y honesto.
- Nunca me han dado un respiro en el pasado; ¿por qué debo ahora esperar algo diferente?
- Lo que determina tu éxito es quien conoces y no quién tú eres.
- ¿Por qué esa gente con poco talento, que trabaja menos, y lucha poco, siempre parece salir adelante mientras que yo sigo estancado?
- El precio del trabajo duro y del esfuerzo parecer ser el fracaso y decepción para mí.
- Son todos iguales; ¿por qué intentar ganar su amistad o caerles bien?
- Nunca cambiará; por qué intentar cambiar la situación entre ellos y yo.
- Siempre hay gente con más talento, más atractiva, y más competente esperando ocupar mi lugar.
Fuente:
www.cepvi.com