La autoconfianza (o confianza en uno mismo) se basa en valorar adecuadamente nuestras habilidades y nuestro potencial y en creer en ellos.
Se trata de un sentimiento que se va construyendo paso a paso y tiene una importancia decisiva, tanto en nuestro bienestar, como en las relaciones que mantenemos con los demás.
Debido a ello, vamos a apuntar hoy 3 razones que nos animen a reforzar esa autoconfianza. ¿Te apuntas?
La autoconfianza supone libertad
Una persona que confía en sí misma no está tan atada por la aprobación de los demás. Tiene sus propios principios, sus prioridades, sus creencias y no se siente atrapada en los clichés, en las modas o en lo que otros creen que es mejor para su vida.
La persona es libre para decir lo que piensa, sin necesidad de herir o molestar adrede. Es libre para cometer errores, para cambiar de opinión, para decir que no y para defender sus convicciones.
Alguien con confianza en sí mismo conoce sus capacidades. También sus limitaciones, ¿y qué? Es libre para mostrarse al mundo tal y como es, como un individuo diferente con algo propio y único que aportar.
La autoconfianza facilita la toma de decisiones
Esta razón para cultivar la autoconfianza se solapa con la anterior: La persona tiene criterio propio.
Desde que amanece estamos tomando pequeñas o grandes decisiones y, para la persona con confianza en sí misma, el proceso es menos costoso.
Alguien con autoconfianza decide antes y con menos quebradero de cabeza, que otra persona que tenga que consultar con unos y con otros qué es lo mejor para su vida.
¿Me visto con esto o con aquello? ¿Me compro esto o lo otro? ¿Subo o bajo?… ¡Pero qué desgaste!
¿Cómo va a compararse con recopilar información (también de otros, porqué no) y luego tomar una decisión consecuente por uno mismo?
Es mucho más rápido y simple. ¿Que se acierta? Bien. ¿Que no? La responsabilidad es de uno sólo y ya ha aprendido la lección para la próxima.
La autoconfianza disminuye el estrés
La autoconfianza es necesaria para cualquier cosa que hacemos: Desde lavarnos los dientes por la mañana, hasta a ir a comprar el pan a la tienda de la esquina.
¿Qué pasaría si cada pequeña acción cotidiana nos hiciera cuestionarnos nuestras habilidades?: ¿Seré capaz? ¿Podré hacerlo?
La falta de confianza hace la vida más difícil, porque la persona se enfrenta a menudo con objetivos que le desbordan, los cuales le producen estrés.
Ésa es la cuestión: A más dudas, más estrés. Y con mucho estrés la vida es un sufrimiento continuo.
Hasta aquí las tres razones que hemos elegido para reflexionar sobre la importancia de alimentar la autoconfianza. Que, por cierto, no excluye otro tipo de confianza. Sé que no hace falta decirlo, pero mejor que quede claro.
En resumen, la clave está en uno mismo: en valorar adecuadamente el propio desempeño, liberándose, cuanto se pueda, de comparaciones innecesarias, opiniones, manipulaciones y demás opresiones estresantes.
http://tusbuenosmomentos.com/2011/10/tener-confianza-en-uno-mismo/