Crisis es una palabra que provoca miedo. Pero también es sinónimo de oportunidad, de reto, de página en blanco. Estar en crisis es como estar al pie de un cruce de caminos. La ocasión de dejar atrás viejas rutinas y dar un paso adelante en una dirección desconocida, pero también excitante. Míralo como una invitación a crecer, a enriquecer tus días explorando partes de ti que estaban dormidas. Aunque no sea una situación elegida, quizás en el futuro agradezcas que las cosas sucedieran de manera tal que tuviste que cambiar el rumbo de tu vida.
• YA HAS SUPERADO OTROS TIEMPOS DIFICILES ANTERIORMENTE
Incluso cuando creías que no podías con ello, pudiste. Ahora no es diferente. Cuando tengas miedo, recuerda que esta vez también saldrá bien. Confía en que tu fuerza interior y la sabiduría que has adquirido a base de experiencia emergerán en el momento adecuado, para ayudarte a tomarlas decisiones correctas.
• VISUALIZA EL ÉXITO
Que haya algunos momentos en los que estés convencida de que no hay salida o te sientas hundida en la miseria, visualízate a ti misma como alguien que ha logrado superar la crisis con éxito. Imagínate sonriente, feliz, poderosa, ligera. El subconsciente no distingue si la experiencia es real o imaginaria, e imprimir la imagen de ti que tú elijas. Si Madonna y Lady Gaga se reinventan a sí mismas constantemente, tú también puedes.
• EL PRIMER PASO
Para salir de la crisis verdaderamente renovada, es necesario que te pares a pensar qué es lo que está fallando en tu vida. ¿Qué te está haciendo infeliz, dónde está el bloqueo, cuál es la gota que ha colmado el vaso? No te engañes a ti misma, acéptalo todo, sin luchar, sin criticarte ni juzgarte. Ese es el punto de partida indispensable, a partir del cual puedes crecer y reinventarte.
•HORA DE CAMBIAR
Einstein decía que un problema no puede ser resuelto desde el mismo nivel de conciencia que lo creó. Por lo tanto, para obtener resultados distintos, hace falta actuar deforma diferente. Toma lápiz y papel y decide qué vas a cambiar (creencias, hábitos, actitudes...) a partir de este momento. Pero recuerda: no pretendas acertar a la primera ni ser perfecta. Es cuestión de prueba y error.
• PIDE AYUDA
Si no puedes con todo, compártelo. A tu alrededor hay familiares, amigos y colegas que estarán encantados de echarte una mano, acompañarte o, como mínimo, escucharte. No lo dudes: recurre a ellos y acepta la mano que te tienden. Cuando sabes que no estás sola, tu nivel de estrés se reduce, al tiempo que aumenta tu energía, la confianza en ti misma y tu capacidad para hacerte cargo de la situación a la que te enfrentas, por difícil que sea.
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