La gran mayoría de las personas relaciona todo lo que les sucede en su vida, a la suerte, a la mala suerte, al acaso, a tener un don superior o inferior.
Es importante reconocer que el estado de nuestro cuerpo actual es el producto de nuestros pensamientos, sentimientos y sensaciones que tuvimos en el pasado. ¿Qué es salud? ¿Para ti, que es salud?
Algunos pensarán que tener salud es sencillamente no tener enfermedades o sentir algún síntoma desagradable; otros, en cambio, la atribuirán al funcionamiento armónico entre el cuerpo y la mente.
Pero... “salud es tener tranquilidad, es un estado en que el individuo es capaz de realizar sus aspiraciones, satisfacer sus necesidades, cambiar o enfrentar un ambiente adverso“.
Después de innumeras investigaciones con el elemento placebo, se descubrió que la mente humana es el factor más poderoso en el arte de la sanación.
Todas las enfermedades son el resultado de una cosa: “estrés, tensión” - sea físico, mental, emocional o espiritual.
Nuestra fisiología crea enfermedades para alertar y hacernos saber que estamos fuera del equilibrio. Es el sistema de alarme del cuerpo, una sutil manera de llamar nuestra atención.
Ahí viene la pregunta: ¿una persona que tiene una enfermedad declarada se puede curar?
Bien, si de ahora en adelante sustituimos el nombre "enfermedad" por el de "alerta", la contestación es sí y queda claro que nosotros podemos desactivar el sistema de alarme. Resta saber identificar de donde el proviene y cual es la función en desequilibrio.
Podemos hasta descubrir todo eso, pero el "cómo" y el "porque" es responsabilidad del universo. A nosotros cabe solamente estar receptivos a las señales, contestaciones y solucionar.
Cada uno de nosotros tenemos nuestro propio ritmo. Algunas veces estamos más “eléctricos”, otras, más lentos. Sin embargo, tenemos el ritmo apropiado y adaptable a las deferentes situaciones de la vida. La salud o la enfermedad depende directamente de como nosotros nos relacionamos con nuestro propio ritmo y como convivimos con el.
Cuando hablamos de ritmo, indirectamente lo relacionamos con el proceso del estrés.
El estrés es una reacción del organismo a los estímulos externos o internos, relacionado con la necesidad de luchar, huir, parar o comenzar.
Muchas veces, la enfermedad aparece como un alerta del cuerpo a la necesidad de cambiar el ritmo.
Las enfermedades no sobreviven en un cuerpo que sea emocionalmente saludable.
Si usted está enfermo y se enfoca en eso, pensando, quejando y lamentando, usted aumentará su poder e irá atraer más y más enfermedades.
Pensamientos felices generan una bioquímica interna de felicidad y crea un cuerpo más feliz y más saludable.
Para el cuerpo, nada es imposible de solucionar - al mismo tiempo que el elimina millones de células, crea otras nuevas en segundos, minutos, días, semanas y, en pocos meses, tendremos un cuerpo físico totalmente nuevo.
Entonces, trabaja a tu favor, quita el estrés fisiológico del cuerpo y ese hará lo que le fue dicho hacer - “AUTOCURARSE”.
Necesitamos, cada día, tomar más conciencia sobre nuestras vidas, recordando que ese proceso es individual - cada uno vive y siente sus propias experiencias según el concepto que tiene de lo que es “vivir”. Cuanto más ampliemos ese conocimiento, mejor asumiremos la responsabilidad de nuestras acciones. Ser responsable es ser tu mismo. Es tener el control de tu vida.