El amor y la soledad

Muchas veces, las personas que se sienten solas buscan refugiarse en el amor para no sentirse de ese modo. Estas relaciones no tienen futuro, pues están basadas en un sentimiento egoísta

Es muy común que las personas que se sienten solas busquen refugiarse en el amor para espantar a la soledad. Estas relaciones están destinadas al fracaso, pues no son capaces de cumplir con el objetivo que se les exige.

La soledad es un sentimiento subjetivo individual y como tal, debe encontrar su respuesta dentro de la persona misma. Quien experimenta la soledad, la sentirá aún estando acompañado. Es importante el comprender los motivos de nuestra soledad para poder superarla.

Muchas veces la soledad es una advertencia de que debemos pasar más tiempo dedicado a nosotros mismos, a reflexionar sobre nuestra vida.

Alguien que ama a otro porque lo necesita, en realidad no ama, sino que está usando a esa persona para su beneficio, para compañía, manutención, diversión.

El verdadero amor nace de querer al otro, aceptarlo, comprenderlo, perdonarlo, tolerarlo, de sentir la necesidad de dar y recibir, de compartir.



Consideraciones acerca del amor y la soledad:

El amor verdadero otorga libertad al otro para que sea como es. Cuando se ama, se ama a la persona entera, con sus virtudes y con sus defectos, ya que todos hacen a la persona.

La soledad, cuando es vivida como una experiencia positiva, nos vuelve independientes, nos permite valorarnos y confiar en nosotros mismos. Es en soledad cuando logramos conocernos, apreciar nuestro potencial y esto nos permite querernos.

Quien no se ama, no es capaz de amar a otro. Cuando una persona no se quiere a sí misma, tiende a ser agresiva con los demás porque proyecta sus sentimientos en sus acciones.

Al experimentar el sentimiento de soledad, debemos buscar dentro nuestro el sentimiento de pertenencia perdido. Al recuperarlo, se logra la reconciliación con uno mismo, lo que conduce al equilibrio que posibilita el relacionamiento normal con los otros.

El amor verdadero no implica la fusión de dos personas, sino la independencia, el amar al otro como ser total, su capacidad de evolucionar constantemente. Esto lleva a sorprenderse a diario con el ser amado, con esa cualidad de cambiar y continuar siendo la misma persona.

El egoísmo que se presenta cuando se busca un amor para evitar la soledad, es enemigo del amor, ocasiona celos y envidia.

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