La relación de pareja se terminó pero aún quedan rezagos del amor, experimentamos rabia porque no obtuvimos el puesto que deseábamos, sentimos resentimiento por ese jefe tan autoritario o por el profesor inflexible... En fin, la lista de cosas que debemos "dejar ir" de nuestra vida en ocasiones puede ser bastante grande.
"Dejar ir" significa aceptar el cambio sin albergar resentimiento, frustración o ira. En muchas ocasiones toleramos el cambio pero no lo comprendemos ni lo aceptamos. Es el momento en el cual nos "resignamos" a lo diverso pero albergamos sentimientos muy negativos hacia la situación en sí. Esos sentimientos solo pueden causarnos un daño enorme en tanto se covierten en una barrera para nuestro crecimiento personal, para relacionarnos con los otros y para vivir cada momento de una forma más libre y plena. Entonces es necesario "dejar ir". Pero... ¿Cómo?
A continuación les brindo algunos tips que podrán ayudar.
1. Comprometerse con la actitud de "dejar ir". Liberar nuestros resentimientos no es tarea de un día, por eso es vital comprometerse con el cambio. En otras palabras, decidir conscientemente que deseamos liberarnos de esos sentimientos que nos agobian aunque sabemos que tomará tiempo, esfuerzo y que probablemente el proceso será doloroso.
2. Reflexionar sobre los pros y los contras. ¿Cuánta felicidad o bienestar te acarrea esa relación pasada, ese sentimiento de pérdida? ¿Cuántos problemas te causa? ¿Cómo afecta tu relación con los otros y contigo mismo? ¿Es un obstáculo para tu crecimiento personal? En fin, se trata de determinar que estos sentimientos generalmente nos provocan más efectos negativos que beneficios, son un lastre para nuestro desarrollo.
3. Comprende que tienes opciones. Probablemente no podrás hacer que tu pareja regrese, no podrás obtener el puesto y tu jefe o tu profesor no cambiarán. Objetivamente tenemos muy poco control sobre estas situaciones pero podemos controlar cómo nos sentimos en relación con ellas. Comprender que tenemos el poder de determinar cuánto y cómo nos afectarán las más diversas situaciones es un paso importante para "dejar ir".
4. Asume responsabilidades. En todo lo que gira a nuestro alrededor tenemos nuestra cuota de responsabilidad. ¿Cómo incidimos en la situación? ¿Cuánto de sal añadimos a la herida? No se trata de culpabilizarnos sino de alejarnos del papel de víctimas para evitar errores futuros.
5. Céntrate en el presente. No podemos dejar ir nuestros sentimientos porque estamos constantemente centrados en el pasado, reviviendo una y otra vez las experiencias difíciles. El presente es todo lo que tenemos y no hay necesidad de enfrentarlo con emociones que pertenecen a otras etapas de nuestras vidas. ¿Cómo puedes disfrutar del momento presente?
6. Ábrete a las nuevas experiencias. En la misma medida en que avanzamos en el calendario nos vamos construyendo "zonas de confianza" cada vez más pequeñas. Marcamos espacios en los cuales nos sentimos seguros e intentamos evitar todo aquello que nos saque de nuestro status de aparente estabilidad. Sin embargo, si nos cerramos a las nuevas experiencias nos será muy difícil "dejar ir" esos sentimientos negativos. Asumir nuevas vivencias nos permite cambiar nuestras creencias, nuestras formas de valorar lo que nos rodea... en fin, nos ayuda a asumir los cambios como parte intrínseca del desarrollo y por lo tanto, nos facilitará enfrentarlos de una manera más positiva.
Como siempre digo, la tarea no es sencilla pero sin lugar a dudas nos permitirá alcanzar una mejor calidad de vida.
http://www.rinconpsicologia.com/2009/12/como-dejar-ir-cuando-al-punto-final-le.html