Muchas veces estamos tan ocupados quejándonos de lo amarga y difícil que es la vida, que nos olvidamos de apreciar el simple hecho de seguir vivos es ya un regalo, un honor, una oportunidad y al mismo tiempo un reto diario, nuestro propio desafío.
La vida puede darte muchas lecciones. Alguna serán dulces y deliciosas, otras en cambio serán amargas y duras. Nadie dijo que vivir fuera fácil, que no habrían problemas y que todo sería color de rosa, y si así te lo dijeron, entonces te mintieron, porque la vida está compuesta de un sinfín de momentos, de altas y bajas, errores y aciertos, momentos de alegría y tristeza, dolor y sonrisas, todo sin un momento específico, sin una fecha exacta para estar preparado, nunca se está preparado para sufrir, sin embargo el mundo sigue girando y sin importar si estas o no preparado para las pruebas de la vida, cuando llegan tienes que enfrentarlas de manera indiscutible, por ello, no te enojes con Dios, con la vida, con el universo ni contigo mismo.
No te culpes cuando las cosas no salgan como esperabas, no te alargues tu sufrimiento recordando una y mil veces el dolor vivido, las veces que te equivocaste y sintiéndote arrepentido una y otra vez.
Reconcíliate contigo mismo, entiende que eres un ser humano que tiene debilidades, que estas en constante crecimiento, que las cosas que has vivido han sido parte de ti para que aprendas algo.
Encuentra ese algo escondido, desenvuelve tus regalos ocultos en las adversidades, en el dolor e incluso en las perdidas.
Reconcíliate contigo mismo decidiendo vivir una vida mejor que la que has vivido hasta ahora. Decídete a compensar con tu presente vy futuro el pasado que ya paso y que revivirlo es doloroso.
Elige ser diferente, perdónate a ti mismo como principio y después abre tu corazón para entender los errores de otros, perdona entonces, no tienes que decirlo, sólo sentirlo, regalarte ese perdón para ti mismo, para liberarte de cargas pesadas que no tiene sentido seguir cargando.
Reconcíliate contigo mismo desde ahora, convéncete de que eres valioso aún a pesar de todos los errores que en la vida hayas cometido, perdónate y demuéstrate que has cambiado, no prometas a nadie que serás distinto, sólo hazlo porque así lo decidiste, demuéstrate a ti el nuevo ser humano que eres, ese ser humano que se ama y aprende de la vida, que encuentra lo bueno de las cosas aún más amargas, reconcíliate contigo mismo ahora y dile si a la vida, si a vivir con pasión y alegría, si a disfrutar el camino hacia tus sueños,
Dile si a una nueva vida, llena de reflexión, apreciación y amor en cada momento.
Cuando aprendas a dejar ir el dolor del pasado, perdonar de corazón y cambiar la culpa y el arrepentimiento por decisión de cambio y buenos sentimientos, notarás que vivir la vida es el más grandioso regalo que nunca nadie, te volverá a otorgar. Disfrútala ahora