Ahora estamos intentado cerrar una puerta de nuestra casa. Una puerta que tiene los marcos algo hinchados y que no encaja bien.
Quieres cerrarla, pero no puedes por más empeño que pones.
Sabes que mientras no cierres esta puerta, no estarás tranquilo y gastas muchas energias pensado como solucionar el problema, pero cada día te parece que estas igual que la principio e incluso hay días que llegas a pensar que la puerta jamás encajará.
Es posible, que mientras estas concentrado en tan ardua tarea, detrás tuya, haya otras a las que están llamando incesantemente. Unas con más fuerzas que otras, pero debes antes terminan con esta y luego podrás encargarte de la otras.
“Nunca cerrará” piensas...
Empujamos la puerta de nuevo y miramos el hinchado marco que no encaja.
Sabes que en ciertas épocas, esto ocurre y muchas puertas no terminan de cerrar del todo, filtrándose algo de aire por sus rendijas.
Pero de repente, un día, el marco empezará a perder su humedad, se deshinchará y cerrará.
La puerta seguirá ahí, recordándote siempre el esfuerzo que te supuso, pero ahora está bien cerrada.
Una vez terminado el trabajo con esta puerta, no debemos abrirla más, ya que seguramente la humedad volverá a hinchar el marco y entonces nos será mucho más difícil que antes conseguir que todo encaje.
Cuando estemos seguros de que esa puerta está bien cerrada, deberíamos echar la llave y tirar esta sin saber donde cae.
Ahora podremos poner más atención en las puertas de alrededor, que ves que, a parte de insistentes llamadas, disponen de una mirilla desde la que puedes observar y ver lo que hay al otro lado sin abrirlas.
En unas verás nuevos amigos/as y en otras nuevas oportunidades.
Las de los nuevos amigos, ábrelas de par en par. Esas no formarán corriente y si una agradable brisa que te reconfortará.
Las de las nuevas oportunidades, ábrelas pero con cuidado, preguntando “quien es” y de una en una, ya que puede que, por error, abras una que se parezca mucho a la que tanto te costó cerrar y se descuadre de nuevo en poco tiempo.
Pero ¿Cómo saber cual es la puerta correcta? ¡Ay amigo/a! eso, ya es es cuestión de arriesgar.
Suerte con tu nueva puerta.