Adicción al Amor

El amor es un sentimiento muy bello y muy noble. Todos los seres humanos sueñan con el amor y con tener una relación de pareja con mucho amor. Sin embargo, como ya hemos mencionado en artículos anteriores, el amor y las relaciones de pareja forman solo una parte de los otros componentes de la vida de las personas adultas. Todo es bueno a su medida y en su sano equilibrio.

¿Qué pasa cuando el amor y las relaciones de pareja pasan a ocupar el lugar más importante en la vida de una persona? ¿Cuáles son las causas de este comportamiento? ¿Cómo se puede definir la situación cuando el amor es lo único que le importa a una persona? ¿Qué se puede hacer para controlar o mejorar la situación?

Amar y ser amado es una necesidad primaria de los seres humanos adultos. Una relación afectiva no puede ser sustituida por ninguna otra relación. Sin embargo, para algunas personas el amor se convierte en algo mucho más grande que una necesidad sana. Cuando se traspasan los limites y la necesidad cae en un exceso, de tal manera que la persona no puede controlar su conducta al respecto, se puede hablar de una adicción al amor o a la persona amada.

¿Cuáles son los síntomas de la adicción amorosa? Veamos algunas:

Idealización de la imagen del objeto del amor;
Una necesidad extrema de estar cerca de la persona amada todo el tiempo;
Incontrolable deseo de saber donde está su objeto de amor en todo momento, saber que hace, que piensa, en otras palabras es la necesidad excesiva d estar en un contacto permanente;
Intolerancia a las faltas de atención o de acción de la persona amada;
Pensamientos constantes sobre la persona amada, incapacidad de concentrarse en otras cosas, en realizar las tareas necesarias;
Celos en exceso y sin razón;
Incapacidad de manejar las cosas individuales sin involucrar al objeto del amor (Todo lo que hago, lo hago por ti y para ti);
Incapacidad de desarrollar los propios proyectos de la vida;
Ausencia de planes propios, de iniciativas individuales, de intereses particulares. Todos los planes rondan alrededor del objeto del amor;
Alto grado de tolerancias a los abusos y faltas de respeto de parte de la persona amada;
Ser insaciable para satisfacer las demandas de afecto y de la pasión.

En el artículo anterior hemos explorado los síntomas de un estado emocional mal sano que es la adicción al amor. Seguimos reflexionando sobre el tema.

Las personas que presentan las síntomas que están en la lista o algunas de estas, se ven afectados en su desempeño personal. En otras palabras, pierden la capacidad de autocontrol y de hacer las cosas normales en su vida, lograr metas personales, de cuidarse así mismo. En otras palabras desarrollan el trastorno de la conducta que afecta seriamente la calidad de su vida.

Las personas que padecen la adicción de amor sufren mucho, ya que dependen totalmente de su pareja y se ven afectados por cualquier cambio. Le temen a los cambios, lo cual es absurdo, ya que la vida es un cambio permanente y es imposible de evitarlo. En cierto sentido se produce una lucha titánica contra un factor que es imposible de controlar.

A veces en la adicción está presente el factor de desconfianza, cuando la persona ve amenazas o peligros para la relación y se produce un gran temor de perderla. En otros casos el factor del miedo no está presente, sino que la necesidad incontrolada de estar en contacto permanente con la persona amada. No es por temor de perderla, sino más bien para alimentarse así mismo emocionalmente.

¿Por que suceden estas cosas? En realidad no existe una respuesta simple a esta pregunta. Pero los psicólogos coinciden que la mayoría de las personas que sufren la adicción al amor, tienen su autoestima muy bajo, no pueden valorarse a sí mismos, no le parece importante nada de su propia personalidad. Se sienten atraídos por el brillo de la otra persona hasta quedarse ciegos emocionalmente.

En algunos casos la falta de afecto paterno o materno en la primera infancia, la experiencia de abandono, de rechazo, de traición pueden causar que las personas en el futuro desarrollen una adicción al amor y el afecto. La gran mayoría de las personas que sufren por la adicción al amor, son mujeres. Las mujeres son más vulnerables emocionalmente, por lo que son más propensas a caer en excesos de emotividad, hasta llegar a no poder controlarse. La educación también representa un factor importante, ya que a las niñas se les enseña desde la primera infancia que las mujeres son dependientes de un hombre, que lo más importante en la vida es tener la pareja o tener un hombre, que una mujer que no tiene un hombre no es valiosa o no puede tener una vida plena.

Otro factor importante que provoca esta conducta distorsionada es el factor cultural. Los medios de comunicación resaltan el tema de amor y de relaciones de pareja, exagerando su rol en la vida de los seres humanos, influenciando sobre la conducta de los jóvenes y adolecentes, creando una especie de obsesión por tener una pareja.

En los articulos anteriores hemos visto las sintomas del trastorno de la adicción al amor y sus principales causa. Seguimos reflexionando sobre el tema.

La gravedad del trastorno por la adicción al amor puede variar. En algunos casos se presentan ciertos trastornos de la conducta y en otros puede haber un comportamiento violento, la manipulación y hasta llegar a cometer un crimen pasional.

Es importante aclarar que al inicio de cualquier relación de pareja existe mucha atracción y un gran deseo de estar juntos lo más que se puede, de saber uno del otro. Pero estos impulsos son perfectamente controlables por intensos que sean. Luego, lo normal es que al pasar cierto tiempo el fuego baja de volumen y la vida recupera su ritmo normal de las actividades. La atracción se convierte en amor maduro. Si al pasar un tiempo razonable uno de los dos mantiene la necesidad enfermiza de la cercanía permanente, en este caso estamos hablando de un trastorno.

La adicción al amor no es otra cosa que la pérdida del control sobre las emociones y acciones. Cuando una persona no puede controlarse a sí misma para evitar hacer cosas que sabe que no debe hacer, es un trastorno.

Por ejemplo, una muchacha joven, llamada Jennifer cuenta que tiene una buena relación con su pareja, que ya tienen 5 años de relación. Que su novio la trata muy bien, sin embargo ella necesita saber de él en cada instante. Lo llama por teléfono con demasiada frecuencia, de tal manera que le impide a su novio concentrarse en sus cosas cotidianas. El novio dice que la quiere mucho, que no le va a faltar, pero ¡que lo deje respirar! Es evidente en este caso una conducta trastornada, la falta de autocontrol e incapacidad de controlarse.

Vivir y compartir la relación con una pareja que padece la adicción afectiva es sumamente complicado, es una carga muy pesada. Se produce una sensación de asfixie, de falta del espacio propio. Por otro lado la pareja tiene que enfrentar demandas permanentes, quejas, sospechas, reclamos que a la larga van desgastando la relación.

Existen varias formas de la adicción afectiva:

Adicción a la persona amada – es la incapacidad de vivir la vida sin la persona amada. Cuando todo está concentrado en la pareja. La pareja pasa a ser el universo completo, fuera del cual no existen actividades, intereses, metas, etc. En este caso se produce una dependencia total al objeto del amor. El que padece esta adicción pierde la capacidad de su propio crecimiento como persona, debilita la autoestima y se estanca en el desarrollo de sus planes. En estos casos es inevitable que con el tiempo la pareja se aburre, pierda el interés en la relación, la cual poco a poco se irá destruyendo.
Adicción a la relación – es un comportamiento incontrolable que está dirigido en tener una relación de pareja, sin importar mucho con quien. Es incapacidad de mantener una vida productiva, sana y estable sin tener una pareja. Es la intolerancia a la soledad. Las personas que tienen esta adicción hacen cualquier cosa para mantener la relación, sin importar la calidad de la misma. En muchos casos soportan el maltrato, las humillaciones, las faltas de respeto. Existen extremos en los cuales la relación existe solo bajo su percepción, pues el objeto del amor no siente ningún compromiso, ni atracción especial por la persona obsesionada.
Adicción a la conquista y el romance – en este caso se desarrolla una necesidad de estar permanentemente sumergido en la emoción de la relación nueva, de conquistar, de enamorar, de vencer la resistencia. Una vez que se consigue el objetivo de la conquista, la persona pierde el interés en la relación y se lanza la conquista nueva. Es la incapacidad de mantener una relación estable, de crear vínculos profundos con otra persona. Las personas que padecen este trastorno no toleran la baja de las hormonas del placer que se producen durante el enamoramiento. Necesitan recibir “una dosis” cada cierto tiempo.

Hemos explorado los síntomas de la adicción al amor, sus principales causas y sus formas más comunes en las cuales se manifiesta. Ahora vemos que podemos hacer para mejorar o tratar la situación cuando el trastorno está presente en nuestra vida.

Cualquiera que sea la forma de la adicción afectiva, ésta produce efectos negativos en la calidad de la vida de la persona que la padece. Se estanca se desarrollo como persona, por lo cual se pierde su atractivo y hace que la pareja pierda el interés en la relación. Por otro lado, el efecto de asfixia que se produce en la pareja crea una carga emocional difícil de soportar. Todo esto a la larga destruye la relación de pareja, lo cual lleva al adicto a un nuevo nivel de dependencia y desesperación.

Si te estás dando cuenta que padeces el síndrome de adicción al amor, es necesario que hagas el esfuerzo por librarte de éste, de aprender a controlar tus emociones y las conductas. Antes que nada se recomienda la ayuda profesional para que puedas trabajar tu autoestima y el perdón. Es imprescindible que desarrolles un plan de tu vida, tus metas, tus propósitos en cada área.

También es muy importante buscar una orientación o ayuda espiritual.

Si es tu pareja que sufre la adicción al amor, prepárate para la paciencia y la tolerancia. Pero es importante que sepas que hagas lo que hagas, tu pareja siempre demandará mas de ti, nunca estará conforme con tu comportamiento, cualquier fallo o lo que tu pareja considera como fallo será reclamado y será un motivo de pelea. En realidad es muy difícil vivir así. Lo que tienes que tener en cuenta es que en este caso tu pareja presenta un trastorno, lo cual debe ser tratado de manera profesional. Si la pareja no acepta su condición y se rehúsa a someterse al tratamiento, tendrás que tu tomar una decisión seria y responsable. Recuérdate que nadie cambia a nadie. La decisión de cambiar es propia de cada persona. Si tu pareja no quiere cambiar o no entiende la necesidad de cambiar, tendrías que aceptarla tal como es o terminar la relación. Es una decisión muy difícil, pero debes considerarla mirando a largo plazo de la vida y de la relación, tomando en cuenta tu capacidad de paciencia y tolerancia.

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