Cualquier día, cualquiera persona puede abrir su calendario, oír sus mensajes o mirar sus correos y encontrar cosas que lo ponen de mal humor...sin duda la situación económica lo puede hacer.
Por supuesto todos hemos tenido traumas o desafíos que necesitamos procesar y superar con el tiempo. Pero, ¿te has dado cuenta que la mayoría de las cosas irritantes, deprimentes o molestas son relativamente nimias o están completamente fuera de nuestro control?
En lugar de enfocarnos en lo negativo, ¿no sería mejor dedicar nuestro tiempo, energía y concentración para volver a sentirnos bien? Lo que sorprende es que no es tan difícil ni lleva tanto tiempo hacerlo.
Así estemos molestos por lo caro que está todo o quejándonos de nuestro jefe, uno puede ponerse de buen humor fácil y rápidamente con estas 8 sugerencias:
1. Despeja tu espacio, despeja tu mente. Es asombroso cómo unas cuantas montañas de papeles y varias tazas vacías de café pueden hacer que un día ocupado parezca aún más frenético. Separa 5 minutos para despejar el espacio a tu alrededor. Enfoca tus esfuerzos en tu escritorio o en la mesa de la cocina, en lugar de en todo un cuarto.
Guarda todo lo que requiera de tu atención inmediata en un archivo, y encuentra un lugar para todo lo demás en cajones, canastas o en la basura. Anota cualquier tarea que te está causando ansiedad o si se está aproximando alguna fecha de entrega, para así tener recordatorios en lugar de preocupaciones.
Si necesitas tomarse 3 descansos al día para despejar tu espacio, hazlo. Siempre y cuando te ayude a mantener la calma, a sentirte organizada y con las cosas bajo control, vale la pena darse el tiempo. Si te acostumbras a tomarte ese tiempo antes de irte de la oficina, piensa en lo mejor que te vas a sentir cuando regreses al día siguiente.
2. Pon un poco de música alegre. Así sea música pop, sonidos ambientales, jazz o cualquier música que te haga sonreír o cantar o bailar en tu silla; una o dos canciones te ayudarán a superar el desánimo. Guarda un CD tu auto, cartera o escritorio que puedas tocar o cargar en tu reproductor MP3 una lista especial de canciones que siempre te haga sentir bien. Si no tienes un reproductor MP3 o de discos a la mano, busca eninternet videos catalogados como "pacíficos" o "felices". Con toda probabilidad la música te pondrá de mejor humor.
3. Hazte reír (o por lo menos sonreír). Estudios han demostrado que la risa no sólo tiene un impacto poderoso sobre nuestro estado de ánimo, sino que relaja el cuerpo instantáneamente. De hecho, la sola anticipación de reírse (por ejemplo al esperar el final de un chiste) envía una onda de electricidad a nuestra corteza cerebral que causa una conexión fisiológica y psicológica hasta con los peores chistes.
No es necesario forzarnos a sonreír o a reírnos a carcajadas para tener los beneficios del sentido del humor. Podemos facilitarnos la labor manteniendo un archivo electrónico o impreso lleno de las tarjetas, mensajes y caricaturas que hemos recibido y que realmente nos han hecho reír.
Una tarjeta de cumpleaños de un amigo o una nota de felicitación por un proyecto exitoso también son buenos recordatorios de que la gente nos quiere y apoya, y nos ofrecen la garantía de que nos van a hacer sentir mejor. (Asegúrente de tirar cosas de tu "archivo feliz" de vez en cuando para que no se llene demasiado y cause desorden).
4. Rodéate de tu color favorito. Hay muchas investigaciones que confirman que pintar las paredes de ciertos colores nos ayuda a sentirnos más serenos o productivos. Me encanta usar esa estrategia cuando me mudo a un sitio nuevo o cuando redecoro; pero esa inversión no siempre es posible, y sin duda no es ni rápida ni fácil de hacer. Afortunadamente, es posible mejorar el estado de ánimo simplemente con una pequeña dosis de esos colores.
Yo sé personalmente cuán bien puede funcionar ese truco. A mí me gustaba tanto la cinta color berenjena que usé en mi bouquet de matrimonio, que me pedí un rollo adicional para levantarme el ánimo mucho tiempo después del día de mi boda. La amarraba alrededor de las macetas que tengo en mi escritorio, o en mi joyero, o en mi llavero.
El color evocaba en mí una alegría y serenidad tal, que volvía a sentir esas emociones cada vez que veía la cinta. Si el rosado fuerte te hace sentir feliz, o el turquesa te recuerda las vacaciónes más increíbles y relajantes de su vida, consigue una taza o flores o esmalte de uñas de ese color para recordar ese momento cuando necesites levantarte el ánimo.
5. Prepara algo rico para comer o beber. Tener hambre o estar deshidratado puede repercutir sobre tu concentración, nivel de energía y habilidad de lidiar con las presiones y tensiones de la vida. Eso no significa que un trago fuerte, un ansiolítico o una bolsa de caramelos te hará sentir mejor. Aunque el alcohol o la azúcar pueden hacerte sentirse mejor temporalmente, una vez que se pase el efecto probablemente te sientas peor.
En su lugar, opta por una comida saludable que combine proteínas con carbohidratos. Una tostada con mantequilla de almendras y miel, nueces y frutas secas, avena con arándanos y leche descremada son ejemplos de alimentos sabrosos que le dan al cuerpo más energía que un dulce. Tomar un vaso de agua (en lugar de un café) también ayuda a levantar el ánimo.
6. Estírate. Aléjate de tu computadora o televisión o del volante de tu auto. Ve a caminar por 10 minutos o estírate 3 ó 4 veces. No es necesario hacer toda una serie de ejercicios, pero sí hay que fijarse en los músculos que se sienten tiesos y estirar y masajear suavemente esas áreas para aumentar la circulación.
Sobarse las manos, los pies, el cuello y las sienes con una loción o aceite aromatizado hace maravillas si tienes que estar sentada mucho tiempo. Yo guardo un pomo chico de loción de lavanda en mi auto y junto a mi computadora para darme masajes de mano rápidos y rejuvenecedores cuando estoy detenida en un semáforo o en una conferencia telefónica en la oficina.
Es asombroso cómo distraer un poquito mi atención del tráfico o de las conversaciones en el trabajo me alivia la tensión (por supuesto, no lo hago cuando estoy manejando).
Si te sientes deprimida, hacer ejercicio regularmente puede ayudar a levantarte el ánimo. Correr en la caminadora o liberar la ansiedad cotidiana haciendo yoga, con el tiempo hace maravillas sobre la manera en que nos sentimos física y emocionalmente.
7. Exhala la tensión, y luego inhala un aroma agradable. Para un cambio rápido de estado de ánimo, combina estas dos modalidades de respiración profunda con aromaterapia a la hora de hacer ejercicio, meditar o rezar. Prepara el ambiente para unos cuantos momentos de paz rociando un aromatizador o encendiendo una vela con un olor suave.
Si tienes algún té o alguna flor que te evoque un sentido de calma, mantenlo a la mano para estas ocasiones. Una vez que el aroma haya circulado, tómente un descanso de respiración. Cierra los ojos o dale la espalda a lo que te haya puesto de mal humor, y céntrate inhalando y exhalando profundamente. Agrega un mantra u oración, o si necesitas guía, escucha una grabación de meditación.
8. Empieza de nuevo. Si nada te ayuda y piensas que tu día va a ser un completo desastre, ¿por qué no empezar de nuevo? Si tienes el tiempo, tómate media hora (o más) para darte un baño por más tiempo de lo normal. El cambio de rutina eliminará parte de tu tensión y además varios estudios demuestran que subir la temperatura del cuerpo también puede ayudar a levantar el ánimo.
Luego haz algunas cosas sencillas de cuidado personal, como aplicarte tu humectante favorito y vestirte con ropa cómoda. Aún si tienes que regresar al trabajo o a tu lista de quehaceres, por lo menos sabes que puedes mejorar primero tu actitud.