En tanto uno no haya experimentado directamente eso que no es del tiempo eso que es la verdad no tendrá esa energía, ese ardor, ese incentivo, esa fuerza continua que se necesita para trabajar terriblemente sobre si mismos en estos tiempos modernos, los aspirantes son tibios, no trabajan sobre sí mismos en forma continua, ardientemente; esto se debe precisamente, al hecho concreto de que nunca han experimentado realmente eso que está más allá del cuerpo, los afectos y la mente, eso que es la verdad. No es posible tener incentivo para el trabajo continuo sobre sí mismo, si no se ha experimentado previamente lo real.
Eso que uno siente en lo más hondo de su propio Ser, es lo único que puede experimentar directamente aquello que no es del tiempo. Eso que está de este lado del río por aquí en el Valle del Samsara, es lo que sufre...
Aquello que está al otro lado del río es eso que no es del tiempo... eso es eso y tú no lo conoces. El Ser del Ser está más allá del yo, en el Jardín del Amor, en eso que no es del tiempo...
El Ser del Ser está muy lejos del cuerpo, de los afectos y de la Mente...
Nosotros, los hermanos de Servicio, sufrimos mucho por estos pobres humanoides que viven en este valle de amarguras, queremos llevárnoslos al otro lado del río...
Solo el Cuerpo de Transformación, (El Nirmanakaya), puede prepararnos para la experiencia continua de eso que NO es del tiempo.
El Cuerpo de Nirmanakaya se recibe cuando uno renuncia al Nirvana por amor a la humanidad; más hay que crearlos en la “Novena Esfera”, tú, lo sabes.
El Cuerpo de Nirmanakaya solo lo poseen los Bodhisatwas de Compasión, esos que renunciaron a la felicidad por amor a la humanidad doliente. Sólo el cuerpo de Nirmanakaya o cuerpo de Transformación, nos convierte en seres capaces de experimentar continuamente lo real.
Muchos entenderán estas líneas con el intelecto más no son conscientes de estas enseñanzas porque no las han experimentado directamente.
Esas personas no saben que es la VERDAD porque no la han visto, porque no la han experimentado, porque no están conscientes de ella. LA VERDAD es lo desconocido de instante en instante.
LA VERDAD es eso que es siempre nuevo. LA VERDAD es lo atemporal. Lo que uno siente en su corazón, el dolor que un instante dado le aflige tiene su raíz en el tiempo.
Al otro lado del río esta siempre aquello que nada tiene ver con el tiempo. La plenitud real, la autentica felicidad se encuentra al otro lado del río.
Las familias, surgen en el tiempo. Se pierden en el tiempo, son siempre subjetivas, inconscientes y sufren mucho.
Los grupos humanos aparecen y desaparecen en el tiempo, son muertos que viven.
Esas sombras del pasado son fantasmas, que lloran y que a través del callejón del presente se proyectan hacia el futuro.
Sombras del ayer proyectándose en el futuro a través del callejón del presente.
Entre esas sombras del tiempo existen muchos conflictos.
Conflictos subjetivos de los grupos que lloran, tú lo sabes.
Pobres seres inconscientes que aparecen y desaparecen como fantasmas en el tiempo.
Lo que está tras de nosotros mismos en lo interior de lo interior, es el SER...
Sólo el Ser del Ser puede experimentar directamente la verdad.
El mí mismo está de este lado del río.
El SER está del otro lado del río.
El mí mismo, es lo que nada vale; lo perecedero.
El SER es lo imperecedero eso que es siempre nuevo.
El mí mismo es lo complicado, inconsciente y doloroso.
El SER es lo simple, feliz y consciente.
El mi mismo es un nudo que hay que desatar.
El SER es PLENITUD PERFECTA.
Las diversas circunstancias dolorosas de la vida, nunca podrían existir más allá del tiempo.
Sentir uno lo que uno debe sentir, lo que nadie entiende, lo que ignora el que siente, lo que no vale la pena sentir, es en realidad estar despierto.
Tras el sentimiento que uno considera tan real, existe otro sentimiento que la gente no entiende.
Más allá de la luz existe la luz de la luz.
Más allá de la inteligencia, existe la inteligencia de la inteligencia, más allá del fuego existe el fuego del fuego.
Sólo el grado más alto de “LA INTUICIÓN PRAJÑAPARAMITA” puede experimentar directamente eso que se llama “SUNYATA”.
Todo Bodhisatwa poseedor del glorioso cuerpo del Nirmanakaya ha experimentado alguna vez en forma directa EL VACÍO ILUMINADOR, el SUNYATA.