Indecisión es incapacidad en las persona para evaluar cualquier hecho en el que han de tomar una determinación, elegir un camino entre varios que se le ofrecen, adoptar una decisión o resolver una cuestión.
La falta de determinación es un problema grave cuando no permite hacer de la vida cotidiana lo que se quiere, siendo un claro indicio de que se vive más en la mente que en el presente, donde se toman las decisiones importantes de la vida.
En algunos casos lo que impide decidirse es un afán de perfección, postergándose la decisión indefinidamente hasta encontrar la alternativa óptima e ideal.
Las personas que no toman decisiones las dejan en manos de otros, que lo hacen por ellas, y esos serán los timoneles de su vida.
Algunas conductas que permiten eludir la indecisión pueden ser:
Programar las tareas y realizarlas.
Realizar las tareas, aunque pensemos que disponemos de suficiente tiempo y trabajemos mejor baja presión de falta de tiempo.
No dejar las tareas para el último momento, pensando que si algo sale mal, la culpa la tendrá el poco tiempo de preparación de realización.
No sustituir las tareas que se han de hacer por otras para postergar la posible incomodidad de la actividad que se debe realizar.
No poner excesiva atención a asuntos que parecen que no se logre la meta fijada.
No tratar de pasar el tiempo atendiendo asuntos de poca importancia, a fin de diluir en ellos, el tiempo que se requiere para realizar la tarea que se debe hacer.
Decidir, aporta aprendizaje importante para toda persona, puesto que permite adquirir responsabilidad y un sano juicio. Cuando se decide, se reciben los efectos de esa decisión, sea buenos o malos, y se tiene que hacer frente a los resultados de haber tomado la opción elegida, lo que aporta aprendizaje.
Siempre se tiene que decidir algo, pues a los que no deciden, la vida les empuja, dejando todo en manos de alguien o algo externo para que dirija su destino.
Resulta importante tomar decisiones en el momento adecuado, pues las mejores oportunidades no suelen llegar dos veces, ya que el mundo cambia rápidamente, y la persona que no teme decidir casi siempre tendrá una ventaja competitiva.
Actualmente las personas proactivas y con capacidad de tomar decisiones rápidas, son las que llevan una mejor vida, tanto para el trabajo como para la vida personal, ya que es clave, la toma de decisiones, en el tiempo adecuado.
Las personas de acción, cuando se equivocan, corrigen de forma inmediata su rumbo, para así seguir camino al triunfo, sin embargo las que se quedan decidiendo suelen tomar las equivocaciones como excusa para justificar sus fracasos, y quedarse paradas en decidir.
Que hayamos optado por hacer una u otra cosa en el pasado no significa que tengamos que seguir haciendo lo mismo ahora.
Al tomar consciencia de la situación actual y poder ver cuales son las capacidad de que se dispone, se podrá escoger lo que en este momento es útil, lo que permite darse cuenta de que hay un mundo de cosas que no se han utilizado o, por lo menos, no se han usado como se quisiera haberlas empleado.
Tomar decisiones en nuestra vida nos permite ser libres, puesto que quien decide no vive a la sombra de los demás. Poder decidir y elegir, es fruto de madurez personal.
Es importante tener presente, que la vida esta llena de decisiones y que si nos demoramos mucho en tomarlas el tiempo se pasa y nos perdemos el disfrutarlo.
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El que está siempre profundamente ocupado, está por encima de toda indecisión.
Nietzsche.
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No hay nada que despierte mayor compasión en este mundo que un hombre irresoluto fluctuando entre dos sentimientos.
Goethe.
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Los indecisos tienen tres clases de dificultades: las que han tenido, las que tienen y las que esperan tener.
John Pierpont Morgan.
Dver.
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