¿Tienes problemas con la gente?
Todos nos enojamos, en ciertos momentos o con determinadas personas.
El enojo en sí, no es algo malo.
Lo que lo convierte en negativo, es nuestra manera de manejarlo y expresarlo.
Cuando el enojo crece en intensidad o duración, podemos caer fácilmente en la agresión.
La agresión puede ser:
Verbal,
física o
sexual.
Y cualquiera de ellas puede ser manifestada de manera abierta y directa o como agresión pasiva y encubierta.
A veces no nos damos cuenta de que tan agresivos somos.
Sobre todo si se trata de agresión pasiva.
En estos casos, nos sorprende la actitud que tienen algunas personas hacia nosotros.
No nos damos cuenta, de que nosotros provocamos dicha actitud.
Sólo reconociendo el grado y frecuencia con que agredimos, podemos corregir nuestra conducta.
A corto plazo, la agresión nos puede dar lo que queremos.
Pero a la larga, deteriora nuestras relaciones, la gente busca desquitarse y nosotros vivimos constantemente enojados, dañando de manera importante nuestra salud.
Por eso es sumamente importante reconocer nuestros sentimientos y las conductas que ellos provocan.
Lee las siguientes frases y contesta si son ciertas o falsas.
Algunos de mis amigos piensan que me enojo con facilidad
No me importa ser agresivo, si lo considero necesario para obtener lo que deseo.
No tengo pelos en la lengua, digo lo que pienso.
He llegado a estar tan enojado, que he aventado o roto algún objeto.
No puedo evitar discutir, cuando la gente no está de acuerdo conmigo.
En algunas ocasiones me es difícil creer, que me haya enojado tanto.
La gente me pregunta con frecuencia, si estoy enojado.
Si se meten conmigo, reciben su merecido.
Me han dicho que tengo un carácter muy fuerte.
Hay gente que me tiene miedo.
Me enciendo con facilidad, pero se me pasa pronto.
A veces, unos cuantos gritos son necesarios.
Si me provocan, me encuentran.
Cuando me siento frustrado, no puedo disimularlo.
Con frecuencia azoto la puerta o el teléfono.
Me han dicho que insulto o humillo a algunas personas.
No permito que la gente se aproveche de mí.
A veces, actúo sin pensar.
A veces me desquito de la gente hablando mal de ellos, para hacerlos quedar mal.
Me burlo de las personas que me hacen enojar o que me caen mal.
Si la gente me quiere mandar, me tardo más en hacer lo que quieren, sólo para demostrarles que no me mandan.
Si alguien me molesta, le dejo de hablar.
Si me hacen enojar, busco la manera de desquitarme, dejándolos en ridículo.
Si lo considero necesario, le doy la espalda a la gente que está hablando, para demostrarle que no me interesa lo que dice.
Muchas veces, se me olvida hacer lo que me pide alguna persona en particular.
Hago cosas, que se que van a molestar a alguien.
La gente se molesta u ofende por cosas sin importancia.
Hay personas que lloran cuando les reclamo algo que hicieron o dijeron.
Si son ciertas la mayoría de las frases del primer grupo, tienes un alto nivel de agresión y es necesario que aprendas a controlarte, pero sobre todo, a disminuir tú enojo.
Si contestaste que sí, a la mayoría de las oraciones del segundo grupo, una parte importante de tu agresión es pasiva.
En este caso, analiza tu conducta y la de la gente que te rodea, para determinar cuáles son las causas de tu enojo y el motivo por el que no puedes expresarlo de manera abierta y adecuadamente.
Aprende a manejar el coraje, conoce sus causas y consecuencias, las diferentes maneras de expresarlo y sus distintas manifestaciones,
http://www.crecimiento-y-bienestar-emocional.com/cuestionario-agresion.html