Debido a que el dinero es una energía poderosa que manejas a diario, puede ser una piedra angular de una profunda práctica espiritual.
Me refiero a una práctica espiritual como una actividad o un estado que te permite llegar a lugares profundos de tu ser y ayudarte a comprender quién eres, algo que te ayuda a ganar una comprensión más profunda de la realidad y del lugar que ocupas en el mundo.
Por ejemplo, meditar es una práctica espiritual tradicional, así como rezar, hacer ayuno, un retiro, el silencio, cantar, varias formas de yoga, etc. Por otro lado, el dinero y todas las actividades que tienen que ver con el dinero, son consideradas como fuerzas externas.
La mayoría de la gente piensa recurrentemente sobre el dinero y tiene fuertes emociones asociadas con él. La gente planifica, se preocupa, y tiene miedo acerca del dinero. Ellos anhelan, rezan y desean dinero. El dinero es visto a menudo como la solución a una gran variedad de problemas y como un boleto hacia la libertad.
Si tú, como la mayoría de la gente, piensas frecuentemente y tienes fuertes emociones con el dinero, ¿por qué no dejar que esos pensamientos y emociones sean para ti un camino de auto-conocimiento y de desarrollo personal? El dinero y la forma en que tú te relacionas con él puede ayudarte a comprender patrones de comportamiento en todas las áreas de tu vida.
Aquí hay algunas sugerencias para usar el dinero como una práctica espiritual:
1. Presta atención a tus pensamientos y sentimientos sobre el dinero.
Cuando uses el dinero o manejes tus finanzas, dáte cuenta de tus pensamientos y de tus emociones. Presta atención a lo que está pasando internamente y no trates de deshacerte de ellos. Si sientes incomodidad, quédate con esa sensación y pregúntate qué estás sintiendo sobre tí mismo.
2. Utiliza el dinero como una fuerza creativa.
Sin importar cuánto dinero tengas en la cuenta, siempre puedes darle un buen uso para ti mismo y para los demás. Al usar el dinero conscientemente y permaneciendo atento a tu guía interior, puedes usar el dinero creativamente. Usarlo de una manera consciente es parte de una práctica espiritual.
3. Contribuye con tu dinero.
Dar dinero para una causa ofrece oportunidades para el crecimiento espiritual. Al compartir lo que tienes con otros puedes examinar tus valores, tus creencias sobre lo que es posible, y tu nivel de confianza en ti mismo. Contemplar cómo compartes tu dinero es un ejercicio para establecer límites y para decidir cómo contribuír con tu comunidad.
4. Usa el dinero para medir cuánto te valoras a ti mismo.
Cuando realmente te amas, te aceptas, te aprecias, te reconoces y te valoras a ti mismo, cuando estás dispuesto a cuidarte y apoyarte en todos los niveles, cuando te amas a ti mismo lo suficiente como para perdonarte, perdonar a otros y dejar ir las viejas heridas, también manejas saludablemente tu dinero y tienes una cuenta bancaria que luce bien. Cada vez que manejas dinero tienes la oportunidad de realizar una acción que, o bien suma o resta para tu autoestima.
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