Deseas con fuerza hacer cambios en tu vida, sin embargo continuamente postergas el momento de comenzar a transitar hacia eso nuevo que te piensas te haría más feliz.
Puede ser que quieras perder peso, cambiar de trabajo, mejorar tus relaciones, incrementar tus ingresos, mudarte a otra casa, mejorar la manera de expresarte, sentirte mejor contigo misma…
El primer inconveniente es que, sea lo que sea que quieres cambiar, lo quieres para ya, como dice mi madre: “melón y taja en la mano”. Esta sociedad de las prisas nos está convirtiendo en máquinas que no entienden de calma, tranquilidad y ternura.
El cambio es un proceso, un proceso fluido, es madurar, es conocerte, es aceptarte. Todo esto requiere su tiempo, necesita su tiempo, de lo contrario entrarás en una vorágine que no conduce a ninguna parte.
No es recomendable forzar ningún cambio, no puedes pasar de una etapa a otra si no has aprendido las lecciones de la primera. Hacer un compromiso, un acuerdo contigo misma es fundamental y a partir enfocarte en tu acuerdo.
Quizás de pronto quieras cambiar más de un aspecto de tu vida, ¡ojo! Ve paso a paso, un cambio por vez.
Cuando hay algo que te molesta, la mente suele ser muy pesada, tus pensamientos te machacan continuamente sobre el mismo tema, eso es desgastante y además te retiene, no te permite tener claridad para lanzarte a cambiar eso que tanto te duele.
Si practicas las tres pautas que te explico a continuación, abonarás el terreno para proceder a empezar a cambiar lo que te propongas.
Primera pauta: Acepta cómo eres ahora, incluso acepta eso que no te gusta y quieres cambiar. Dale la cara, míralo de frente, luego sepárate y obsérvalo desde fuera, como si de una película se tratara.
No vale intentar ignorarlo pues de esa manera volverá una y otra vez. Para borrarlo primero hay que reconocer que está ahí.
Nadie puede cambiar a nadie, por esto no escuches a otras personas cuando te digan haz esto o haz lo otro, o tienes que hacer esto o mejor haz lo otro. Conócete y acéptate tal y como eres.
Disciplina tu mente con esta afirmación: Me amo y me acepto tal y como soy en este momento.
Segunda pauta: Desea intensamente lo que quieres cambiar. Eleva tu deseo sintiéndote dichosa y agradecida. Para esto necesitas alejarte del ego, pues a este no le interesa perder el control sobre ti.
Disciplina tu ego de esta manera: Visualiza tu deseo, siéntelo con todas tus fuerzas y luego entrégalo a Dios, al Universo, a la Energía, al Cosmos, según tu sentir.
Esto es una manera de no se atrapada ni por tu ego,ni por tu deseo. Ten confianza y todo fluirá.
Tercera pauta: Se paciente, date tiempo, se amable y tierna contigo misma. La impaciencia es una resistencia al cambio. Tu esfuerzo dará fruto en el momento justo y oportuno para ti.
Disciplina tus emociones con esta afirmación: Confío en el proceso de la vida.
Recuerda: Tú eres la única responsable de tu vida, de tus cambios y tú tienes capacidad para conseguir lo que te propongas.
Mercedes Mata
"La Coach de la Maestra"
www.lacoachdelamaestra.com