El miedo en todas sus formas es falta de amor y confianza.
Podemos diferenciar entre miedo sano y miedo nocivo. El primero te ayuda a prevenir situaciones desagradables y te pone alerta, el segundo te arruina la vida; te arroja al abismo de las angustias, al nerviosismo, preocupaciones, fobias… entras en situaciones paralizantes ante toma de decisiones, comprometerte en pasar a la acción…
Tu mente se llena de ruido y tú, sin darte cuenta, permites que te controle dándole vueltas y vueltas a las ideas tóxicas que cruzan tu pensamiento. El miedo se potencia.
¿Qué es eso tan importante, que le das tanto valor como para sucumbir a su miseria? Es momento de pensar en la palabra AMOR en grande, ¿qué es el AMOR para ti? ¿Cómo piensas sobre el AMOR? ¿Piensas solo en el amor romántico? Esto es lo que hace la mayoría de la gente, sin embargo el AMOR va mucho más allá de eso.
El amor te hace confiar y cuando te sientas en el loto del amor todo se convierte en confianza sin miedos, lo consigues educando tu mente con pensamientos potenciadores e imágenes mentales nítidas.
Tú tienes la habilidad de dar o restar poder al miedo, es cuestión de práctica. Recuerda: “la repetición hace al maestro”
Cuando te sientes atrapada en el sentimiento del miedo sabes que no te gusta y quieres salir de ahí, también se pueda dar el caso de que encuentres mil excusas para seguir sintiéndote desgraciada y no salir de tu zona de confort. Pero dime, ¿qué ganas con eso?
Párate un momento y piensa como te sentirías si te liberaras de esos miedos; miedo al fracaso, miedo a equivocarte, miedo al qué dirán, miedo a saltar, miedo a volar, miedo a sentirte ridícula, miedo a perder, miedo a entrar, miedo a salir, miedo a hablar, miedo a expresarte, miedo a ser tu misma porque te pueden rechazar…. ¿cómo te verías a ti misma si te estuvieras libre de miedos?
Cuando pulse en ti la intención de cambiar el miedo por un sentimiento de confianza, comprométete, diseña un plan de acción, pasa a la acción y luego continúa día tras día para no perder comba.
Te dejo 3 pasos por los que puedes empezar a soltar tus miedos:
1.- Toma conciencia de ti misma: Obsérvate y reconoce tus sentimientos, no luches contra ellos, simplemente míralos de frente. Date cuenta de qué pensamiento te lleva a tener esa emoción. Agárrate a la intención de disolver la incomodidad que te causa el miedo y ve al siguiente paso.
2.- Dale poder a esa intención y sepárate mentalmente de ese sentimiento, observa como si de una película se tratara. Es el momento de pasar al firme compromiso de hacer algo para avanzar hacia otro nivel de conciencia.
3.- Sin demora pasa a la acción, empieza por tomar las riendas de tu mente actuando cada vez que el pensamiento o los pensamientos que te provocan la emoción del miedo, diciendo: “gracias, ahora decido yo y mi decisión es de soltarte y pienso que estoy continuamente protegida, estoy a salvo y todo está bien en mi mundo” luego continúa, no pares y antes de que te des cuenta todo habrá cambiado.
El miedo al fracaso es una buena excusa para no reconocer la grandeza y el brillo en ti, recuerda que jugar a ser pequeña no te ayuda a ti, ni a nadie.
Todo en la vida es una elección, ¿Qué eliges, el miedo o la libertad de fluir con la VIDA? Tú decides.
Mercedes Mata
"La Coach de la Maestra"
www.lacoachdelamaestra.com