“Nadie puede volver atrás y comenzar de nuevo,
pero cualquiera puede comenzar hoy mismo y hacer un nuevo final”.
-Maria Robinson
Todos necesitamos una segunda oportunidad. Este no es un mundo perfecto. Nosotros no somos personas perfectas. Yo probablemente este en mi milésima segunda oportunidad en este momento y no me da vergüenza admitirlo. Porque a pesar de que fallé un montón, eso significa que traté un montón también.
Es raro que las cosas salgan bien la primera vez. Casi todos los principales logros en la vida de una persona comienzan con la decisión de intentarlo una y otra vez – a levantarse luego de cada intento fallido y darle otra oportunidad.
La única diferencia entre una oportunidad y un obstáculo es la actitud. Conseguir una segunda oportunidad en la vida es darse la oportunidad de crecer más allá de los errores pasados. Es sobre ajustar positivamente tu actitud hacia las posibilidades futuras. He aquí cómo:
1. Deja ir el pasado.
Lo hecho, hecho está. Cuando la vida nos lanza bolas curvas desagradables, por lo general no tiene ningún sentido para nosotros, y nuestra reacción emocional natural podría ser la de ponernos muy molestos y gritar obscenidades. Pero, ¿cómo ayuda esto a nuestro dilema? Obviamente, no lo hace.
Lo más inteligente, y a veces lo más difícil, que podemos hacer en este tipo de situaciones es ser más templados en nuestras reacciones. Querer gritar obscenidades, pero ser más sabio y disciplinado que eso. Recordar que la rabia emocional sólo empeora las cosas. Y recordar que las tragedias rara vez son tan malas como parecen, e incluso cuando lo son, nos dan la oportunidad de crecer más fuertes.
Cada momento difícil en nuestras vidas viene acompañado de una oportunidad de crecimiento personal y creatividad. Pero para lograr este crecimiento y creatividad, primero tenemos que aprender a dejar ir el pasado. Debemos reconocer que las dificultades pasan, como todo en la vida. Y una vez que pasan, todos nos quedamos con experiencias que son únicas y lecciones necesarias para hacer un mejor intento la próxima vez.
2. Identifica la lección.
Todo en la vida es una lección. Todos a los que conoces, todo con los que te encuentras, etc. Son todos parte de la experiencia de aprendizaje que llamamos “vida”.
Nunca te olvides de agradecer la lección, sobre todo cuando las cosas no vayan como lo planeaste. Si no conseguiste el trabajo que querías o una relación no funciona, sólo significa que algo más está ahí fuera esperando. Y la lección que acabas de aprender es el primer paso hacia ello.
3. Pierde la actitud negativa.
El pensamiento negativo genera resultados negativos. El pensamiento positivo produce resultados positivos. Punto.
Cada una de las otras sugerencias en este artículo sarán irrelevantes si tu mente está atascada. El pensamiento positivo está en el primer plano de cada gran historia de éxito. La mente tiene que creer que puede hacer algo antes de ser capaz de hacerlo.
4. Acepta la responsabilidad de tu situación actual.
Si no tomas la responsabilidad por tu vida, alguien más lo hará. Y cuando lo hagan, te convertirás en un esclavo de sus ideas y sueños, en lugar de priorizar los tuyos.
Tú eres el único que puede controlar directamente el resultado de tu vida. Y no, no siempre será fácil. Cada persona tiene un montón de obstáculos en frente de él. Debes tomar la responsabilidad de tu situación y superar estos obstáculos. Elegir no hacerlo es darse por vencido.
5. Enfócate en las cosas que puedes cambiar.
Algunas fuerzas están fuera de tu control. Lo mejor que puedes hacer es, hacer lo mejor con lo que está delante de ti, usando los recursos a los que sí tienes acceso.
Perder tu tiempo, talento y energía emocional en cosas que están fuera de tu control es la receta para la frustración, miseria y estancamiento. Invierte tu energía en las cosas que puedes cambiar.
6. Averigua qué es lo que realmente quieres.
Vas a estar corriendo en una rueda de hámster para siempre si no decides a dónde quieres ir. Averigua que es significativo para ti, y así podrás ser para lo que naciste.
Algunos de nosotros nacimos para ser músicos; para comunicar pensamientos y sentimientos conmovedores complejos con las cuerdas de una guitarra. Algunos de nosotros nacimos para ser poetas; para tocar los corazones de la gente con una prosa exquisita. Algunos de nosotros nacimos para ser empresarios, y crear crecimiento y oportunidad donde otros ven basura. Y aún así, algunos de nosotros nacimos para ser o hacer lo que sea, específicamente, que te mueva.
No renuncies simplemente porque no salió bien en el primer intento. Y no desperdicies tu vida cumpliendo los sueños y deseos de otra persona. Debes seguir tu intuición y tomar la decisión de no renunciar a lo que eres capaz de llegar a ser.
Elimina lo no esencial.
Primero, identifica lo esencial, las cosas en tu vida que más te importan. Luego elimina la pelusa. Esto simplifica drásticamente las cosas y te deja con una pizarra limpia, fresca, sólida base para construir sin interferencias innecesarias. Este proceso funciona con cualquier aspecto de tu vida; proyectos de trabajo, relaciones, listas de tareas generales, etc.
Recuerda, no puedes lograr nada si estás tratando de lograrlo todo. Concéntrate en lo esencial. Deshazte de lo demás.
8. Sé muy específico.
Cuando estableces nuevas metas, trata de ser lo más específico posible. “Quiero perder diez kilos” es una meta que puedes tratar de lograr. “Quiero bajar de peso” no lo es. Conociendo las medidas específicas de lo que queremos lograr es la única forma que tendrás para llegar al resultado final que deseas.
Además, sé específico con tus acciones también. “Voy a hacer ejercicio” no es claro. Es demasiado ambiguo. “Voy a trotar 30 minutos todos los días a las 18:00″ es algo que realmente puedes hacer (algo con lo que puedes crear una rutina), algo que puedes medir.
9. Concéntrate en HACER en lugar de NO HACER.
“No pienses en comer ese chocolate!” ¿En qué estás pensando ahora? En comer chocolate, ¿verdad? Cuando te concentras en no pensar en algo, acabas pensando en ello.
La misma filosofía se aplica cuando tratas de romper los malos hábitos. Por tratar incesantemente de no hacer algo, terminamos pensando en ello tanto que subconscientemente nos provocamos hacer trampa, Haciendo exactamente lo que estamos tratando de no hacer.
En lugar de concentrarte en eliminar los malos hábitos, concéntrate en crear buenos hábitos (esos que pasan al sustituir los malos). Por ejemplo, si estás tratando de eliminar los picoteos de comida chatarra, puedes crear un nuevo hábito mental como este: “A las 15:00 todos los días, en el momento que normalmente me dan ganas de un bocadillo, me comeré cinco galletitas de trigo integral.” Luego de unas semanas o meses de concentrarte en este buen hábito, se convertirá en parte de tu rutina. Vas a empezar a hacer lo correcto sin siquiera pensar en ello.
10. Crea una rutina diaria.
Es tan simple, pero crear una rutina diaria para ti puede cambiar tu vida. Las rutinas más productivas, que he encontrado, van desde el principio del día, hasta el final. Eso quiere decir, desarrolla una rutina para cuando te despiertes, para el primer trabajo que tengas, para cuando termines tu trabajo, y para una hora o dos antes de irte a dormir.
Si lo haces, te ayudará a comenzar cada día en punto, y terminar cada día de una manera que te preparará para mañana. Te ayudará a enfocarte en las cosas importantes, en lugar de las distracciones que siguen apareciendo. Y lo más importante, te ayudará a progresar constantemente; que es de lo que las segundas oportunidades se tratan.
11. Mantén tu autocontrol y trabaja en él de verdad.
Entre más duro trabajes, más afortunado serás. Deja de esperar que las cosas funcionen. Si sigues haciendo lo que estás haciendo, seguirás consiguiendo lo que estás consiguiendo.
Mientras que muchos de nosotros decidimos, en algún momento durante el curso de nuestras vidas, que queremos seguir nuestra vocación, sólo unos pocos de nosotros trabajan en ello realmente. Por “trabajan en ello”, me refiero a que de verdad se dedican ellos mismos hasta obtener el resultado final. El resto de nosotros nunca actuamos en nuestra decisión. O, en el mejor de los casos, pretendemos actuar poniendo un in-inspirado, esfuerzo a medias.
Si quieres una segunda oportunidad real, tienes que estar dispuesto a darle todo lo que tienes. No aflojar! Esto significa que tienes que fortalecer y mantener tu auto-control. La mejor manera que encontré para hacer esto es tomar un bocado pequeño de elefante a la vez. Comienza con una sola actividad, y haz un plan para ver cómo lidiarás con los problemas cuando surjan Por ejemplo, si estás tratando de bajar de peso, haz una lista de alimentos saludables que puedes comer cuando las ansias por aperitivos aparezcan. Será difícil al principio, pero se irá haciendo más fácil. Y ese es el punto. A medida que tus fuerzas crezcan, podrás tomar retos mayores.
Recuerda, la vida no es fácil, especialmente cuando planeas lograr algo que vale la pena. Lograr tus sueños puede tomar mucho trabajo, incluso la segunda vez. Está preparado para eso
12. Olvídate de impresionar a la gente.
Muchísima gente compra cosas que no necesitan, con dinero que no tienen, para impresionar a personas que no conocen. O alguna variante del mismo…
No seas una de esas personas. Es una pérdida de tiempo. Y es probablemente una de las razones por las que necesitas una segunda oportunidad en el primer lugar.
Simplemente sigue haciendo lo que sabes que es correcto. Y si no funciona, ajusta tu enfoque y vuelve a intentarlo. Llegarás con el tiempo.
Fuente:
http://www.marcandangel.com/2011/08/08/12-ways-to-get-a-second-chance-in-life/