Es el momento de reinventarnos

La creatividad es la gran aliada de la transformación. En el proceso de la transformación aparecen miedos, resistencias y bloqueos. Con creatividad los vences, los disuelves y los superas.

Cuando se nos rompe el sueño, se quebranta el horizonte, se nos derrumban los pilares sobre los que se sustentaba nuestra vida. Nos hemos decepcionado. Es el momento de reinventarnos.

No ignores las posibilidades que tienes. Descubre tus recursos internos. Es una gran oportunidad. Unas puertas se cierran. Es el momento de abrir otras y empezar una nueva etapa sin lamentaciones. Suelta el pasado. Acepta el presente. Céntrate en tu punto de poder: el poder del ahora.

Mira a través de la ventana y observa todas las posibilidades, viendo más allá de donde estás ahora. Sal de la caja de tus limitaciones. Sin miedo. Confía. El Universo te enviará ayuda.

Construye un puente que una el lugar donde estás con el lugar al que quieres ir. Empieza a andar por el puente caminando desde el AHORA hasta el YO futuro. No dejes que nada te ancle en el pasado. Avanza.

Pasado es pasado.

Los hechos ya ocurrieron y ya pasaron. Lo que queda es la impresión que dejaron en ti. Puedes cambiar estos recuerdos al modificar tu forma de ver los hechos del pasado, ampliando el contexto, el cuadro en el cual te has ubicado. Puedes reconocer los aprendizajes. Puedes perdonar y soltar. Así cambias la lectura que haces de tu pasado, dejas de llevar una carga. Te liberas y agradeces lo que las experiencias te han aportado en la vida.

Para hacer algo distinto, tienes que ser diferente. Es tener una actitud vital catalizadora de transformación duradera. Es asumir riesgos. Es recuperar para siempre el brillo y la alegría en tu corazón y en tus ojos.

Quizá debemos aprender a soltar, a no agarrar, a dejar fluir, eso es vivir sin resistencias, siendo creadores de cambios constructivos que provocan mejoras y amplían nuestros horizontes. Para tener esta capacidad de respuesta creativa y positiva es necesario equilibrar la acción con la introversión, el silencio, la reflexión y la meditación. Alcanzamos el dominio en la vida cuando nuestra acción se equilibra con la reflexión y se fortalece por el silencio.

La clave para transformar está en saber olvidar y saber recordar. Para ello es necesario REcuperar «El poder del RE-REcordar» (Reconoces, Regresas, Religas, Religión, Retornas, Restauras, Resurrección, Renuevas, Reinventas, Rejuveneces).

Con el recuerdo regresamos a nuestra esencia, hacemos que emerja la memoria de nuestro ser esencial. La capacidad de olvidar y de recordar son dos facultades extraordinarias que tenemos. Si las sabemos usar, alcanzaremos la plenitud. No olvides lo que tienes que recordar. No recuerdes lo que has de olvidar.

Con el REcuerdo:

REconoces tu originalidad, tu conciencia despierta.

REgresas a lo original, a tu origen espiritual.

REligas, es decir conectas con tu ser divino y con Dios. La palabra Religión surge del término latín REligare.

REtornas a tu belleza.

REstauras tu identidad.

Sueltas (RElease, en inglés) la falsedad, lo que no es tuyo, hasta que lo olvidas porque no te pertenece.

REnuevas y te REinventas.

REjuveneces: tu energía fluye creativamente.

Con todo ello, vives una REsurrección: vuelves a nacer al brillo de tu ser. Es decir, ofreces algo único a los demás que emerge de la autenticidad de tu ser. El Jardín de Edén está formado por personas. Cada una ofrece algo único de sí misma.

¿Cuál es el incentivo para la transformación?

Para transformar no basta con ser creativo, necesitas tener un objetivo atractivo futuro que sea mayor que el coste que implique el cambio. Una vez tienes el propósito claro, necesitas ser creativo para aplicarlo y vivirlo en tu vida cotidiana.

En la creatividad transformadora, el propósito es esencial. Una vez encuentras tu propósito, es necesario ser creativo para vivirlo.

Es importante reencontrar el sentido de lo que haces, para qué lo haces y para quién. Si no, lo que ocurre es que conectas con las formas, las leyes, lo externo, las etiquetas. Y te pierdes. Te conviertes en un autómata de la acción.

Al mantenerte conectado a tu propósito, haces que tu vida sea más creativa. El propósito suele estar vinculado con lo mejor de ti, con expresarlo y compartirlo. Es al dar y en el compartir donde encontramos nuestra plenitud.

De todas formas, no podemos saltar al propósito de vida amplio e ilimitado sin dar los pasos necesarios para ello. Los pequeños pasos son cruciales. Cada día, selecciona un propósito. Puede tener que ver con el trato con las personas en tu trabajo, con la familia o contigo. Hazte un propósito diario, como por ejemplo:

Ser mejor en el trabajo.
Ser mejor con mis hijos.
Ser mejor con mis padres.
Ser mejor conmigo, en mí, para mí.
Hoy voy a ver las cosas con más optimismo.
No tienen que ser propósitos heroicos, puede ser invitar a tus amigos a tomar un te, crear un jardín bonito en tu casa, hacer un pastel para los amigos de tu infancia. Meditar, pasear, leer, escribir. Observar el cielo y no hacer nada más. La idea es empezar a convertir lo ordinario en extraordinario. El mundo de las pequeñas cosas puede ser muy grande si decides que así sea. Valora y disfruta de todo lo pequeño. Los ideales sólo existen en tu mente, pero las pequeñas cosas son los ladrillos de la realidad. La Madre Teresa de Calcuta dijo que su misión era «hacer extraordinariamente bien todas las cosas ordinarias».

Los propósitos creativos transforman el día convirtiéndolo en un placer de vivirlo. Conectas con el propósito interno para que un sentido más profundo impregne lo que haces.

Texto extraído del libro Creatividad para reinventar tu vida. Reflexiones sobre el cambio, la intuición y la alquimia espiritual. Ed. RBA-Integral. 2009.