Es difícil, no puede ser de otra manera, todo, absolutamente todo lo que involucra al hecho de AMAR es complicado, pero definitivamente necesario. El vivir el AMOR conlleva muchos factores, entre los que no se encuentra precisamente la paz. Sí, aunque te suene extraño, pero es así. No puede existir tranquilidad en la busqueda de tan maravilloso tesoro.
El AMOR puede llevar consigo una carga de pasión inmensa e incalculable, que endosa nuestro nombre al de otra persona y no nos permite imaginarnos en soledad.
El AMOR nos hace divinamente dependientes de experimentar sensaciones vitales en nuestro corazón que nos ahogan y dejan sin respiración a ratos, pero que sin él no tendría sentido siquiera estar vivo.
El AMOR es muchas veces inocentemente egoísta ya que nos hace luchar por mantener con nosotros a nuestros seres amados el mayor tiempo posible, amarrándolos a este mundo sin querer ver el premio espiritual que les espera.
El AMOR nos otorga una energía inimaginable, que nos permite estar despierto y atentos las 24 horas del día en el lecho de una persona especial, aquejada por alguna enfermedad.
El AMOR es dolor cuando vivimos un desencanto, o más aún, cuando debemos despedir a un ser querido.
El AMOR es intensidad en nuestras acciones, cuando nuestras metas están asociadas con el impulso de nuestro corazón.
El AMOR es angustia de saber cómo se encuentra un hijo cuando lo tenemos lejos.
El AMOR es tristeza cuando sentimos en nosotros mismos las injusticias que suceden a nuestro alrededor.
El AMOR es paciencia, molestia, dolores de cabeza, tentación, arrepentimiento, reconciliación y todas esas cosas que nunca nos dicen cuando nos paramos frente a un altar para jurar fidelidad por esa persona especial.
El AMOR es nostalgia al extrañar con el alma a esa persona que tanto amamos.
El AMOR es complicado, sumamente complicado, pero es el único camino que nos permitirá conocer los misterios infinitos por los que un día fuimos concebidos.
http://www.capacitante.com/2010/08/lo-complicado-del-amor.html