Unos de los mayores retos para sostener la motivación son esos casos en los que un tropiezo nos hace volver al punto de partida. Es como construir un castillo de naipes y, al estar a punto de terminarlo, ver cómo se derrumba.
Empezar de nuevo suele tener algunos inconvenientes, pero a mi modo de ver el principal es ese sabor a fracaso de no haberlo conseguido en el primer intento. Sin embargo, existe otra forma de verlo cuando nos tomamos ese error o errores como lo que son: experiencia.
Un nuevo intento no significa empezar de cero. La experiencia acumulada hace que estemos varios pasos por delante.
¿Merece la pena volverlo a intentar?
Volver a ponerse en forma, dejar de fumar, modificar la dieta, aprender una nueva habilidad, darle una oportunidad a una nueva relación, etc. Un nuevo intento supone poner en práctica lo que hemos aprendido en la experiencia anterior. Conocemos mejor en qué consiste el proceso y en qué podemos equivocarnos o tropezar.
La respuesta: Si el objetivo es beneficioso para nosotros, por supuesto que merece la pena concederse una segunda oportunidad, una tercera o las que hagan falta.
Los errores no son fracasos, sino parte de un aprendizaje. El fracaso es rendirse.
http://tusbuenosmomentos.com/2011/01/volver-a-empezar-de-cero/