He visto y veo a muchos ilusionarse con los cambios que deben dar, salen eufóricos y con ganas de comerse al mundo tras un seminario, una charla o algún evento experimental, pero luego al volver a su mundo rutinario, esto se esfuma como agua entre las manos.
Llamo “despertar”, cuando una persona toma consciencia de que su vida no funciona, no camina hacia la dirección que le gustaría, donde la rutina y la falta de pasión son los comunes denominadores. Y llega el momento donde nos damos cuenta y nos decimos que debemos cambiar.
Ese momento de despertar se puede originar por varias formas, ya sea en un seminario, en una charla con alguna persona interesante, un acontecimiento que nos golpea duro, etc…, con lo cual nos despertamos, comenzamos a tener consciencia de lo que nos rodea y a partir de aquí pueden suceder dos caminos: seguir durmiendo o levantarse y empezar a caminar con todo lo que conlleva hacer cambios de verdad.
Cuando tomamos consciencia de la vida que tenemos y no es la que queremos, aparecen emociones tales como la impotencia, frustración, falta de tolerancia hacia nosotros mismos, nos falta aceptación y perdonarnos, además de ser muy severos hacia nuestras personas.
Llegado ese punto se desata el momento crítico; tomamos el valor suficiente y buscamos iniciar un camino de transformar esas emociones negativas en positivas, comenzando así una dura travesía por el desierto o definitivamente nos quedamos en la intención del cambio, el cual se diluye completamente cuando se vaya el efecto “despertar”.
Ahora si has despertado y quieres llevar adelante tu proceso de cambio para que se convierta en una realidad y no en un deseo, será importante que diseñes un plan de acción, que tengas claro los beneficios que te va a provocar este cambio, si realmente te permitirá SER auténtico y caminar hacia una vida plena.
Ten en cuenta que es fundamental, CONFIAR en tu plan y en el beneficio, porque durante el camino aparecerán entre otros, el Señor miedo, la Señora inseguridad y nuestro amigo Apego al resultado, y estos tres juntos son unos auténticos especialistas en bombardear cualquier tipo de cambio para mejorar tu existencia.
Cuando inicies tu travesía hacia los cambios que quieres dar, deberás llevar una mochila cargada con los siguientes alimentos: COMPROMISO, PACIENCIA, TOLERANCIA y PERSEVERANCIA. Grábatelos, son vitales para cruzar el desierto con éxito!!!.
Para cambiar necesitas estar comprometido a tope con esto, porque si no te será imposible llegar al final, la debes poner como tu prioridad, tu elección, con lo cual es lo primero y no hay ningún tipo de excusas para dejarlo ni postergarlo.
Deberás tener paciencia para no apurarte, dejar que el proceso marque los tiempos, esto es un ciclo, habrá momentos que sentirás que avanzas rápido, otros poco y por momentos sentirás que retrocedes, con lo cual acepta que es parte del ciclo.
Aprende a ser tolerante contigo mismo, eres muy bueno pero necesitas aprender y equivocarte, sólo así serás excelente y sé muy bien que puedes serlo.
Por último debes tener perseverancia, las cosas no se logran de un día para el otro, confía en tu plan y respétale. Si las cosas no salen como quieres, seguir insistiendo de una forma u otra, pero continúa porque al final llegarás a la meta.
Es muy importante “despertar”, aceptar lo que ves y acto seguido, ponerte en marcha, confiando en tu magnificencia e intuición.
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