Hoy en día es muy común ver y escuchar como muchas personas adoctrinan a los demás sobre ciertos temas, les hablan con toda claridad de lo que deben hacer, pero lo divertido del tema, es que sus palabras no concuerdan con sus actos diarios, es como que te digan tírate a nadar a la piscina que el agua hace muy bien al cuerpo y resulta que esta persona, jamás se ha metido en una piscina!!!, de este tipo de personas estamos rodeados.
Estoy totalmente convencido que todos los seres humanos, venimos a este mundo a cumplir una misión, dejar una huella, que nos recuerden por algo potente. Con lo cual nuestros actos son sumamente importantes, porque nos delatan en todo momento quiénes somos y lo que transmitimos, lo demás son puras ilusiones.
Partamos de la base que todas las personas son buenas, tienen un número de fantásticos recursos, talentos y buenas intenciones por doquier, pero si sus actos demuestran lo contrario, entonces todo ese potencial se quedará en una ilusión. Hay que entender y proponerse actuar en base a lo que eres y sientes realmente, porque sino estás viviendo una vida muy falsa, te estás traicionando a ti mismo, porque dices una cosa pero luego haces otra.
Me imagino que estarás pensando que ser coherente es muy difícil, claro que lo es, porque para ponerlo en práctica debes dejar de ser “políticamente correcto” y yo te pregunto: ¿eres FELIZ, libre y alegre siendo así?, o ¿preferirías quitarte la mochila de agradar y controlar tus actos sin pensar en qué dirán los demás de ti?.
Si eliges la segunda opción (y eso no significa faltarle el respeto a nadie), comenzarás a emprender el camino de dejar una huella y en que cada acto transmitirás realmente lo que eres, porque hay que entender que no podemos agradar a todos, por la sencilla razón que todos somos distintos y cada persona tiene un sin fin de creencias que le limitan o no, con lo cual se acercará a aquellos que les va mejor de acuerdo a su momento actual.
Todas las personas tenemos un GRAN problema para ponernos en marcha y revertir situaciones, y es pensar que tenemos tiempo de sobra. Pues no lo hay!!!, porque no sabemos si mañana estaremos vivos, con lo cual te recomiendo que la frase “ya lo haré” puede jugarte una muy mala pasada, porque la vida es hoy, mañana no se sabe.
Preocúpate por tus actos, cada cosa que haces tiene un impacto, transmite algo, genera consecuencias, con lo cual si tú no te preocupas por esto, menos lo harán los demás.
Convierte tus buenas intenciones en hechos y verás como tu vida comienza a tener sentido de verdad.
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