Veo tu imagen tierna, delicada, romántica con un brillo peculiar en tu rostro que inspiraba mucha ternura, que provoca llenar de besos, caricias, mimos, abrazos así nos volvamos intensos, y con el sólo hecho de recordarte siento como vibra y se estremece todo mi ser; una emoción que no tiene explicación en todo mi cuerpo. El paisaje romántico, la música tu compañía complementaron ayer el hermoso paisaje que nos rodeaba.
Estábamos en un paraíso donde no había cavidad si no para ti y para mí, donde nuestras almas compartieran por un rato un momento placentero lleno de caricias y de besos, donde habiendo dos sólo quedamos uno, ya que estábamos compenetrados en un paraíso romántico lleno de ternura y mucho amor. Cuando estoy contigo me siento segura, protegida, envuelta en tu enorme cuerpo en el que me pierdo cada vez que me abrazas, me besas y me acaricias delicadamente cada parte de mi ser…
Hubiera deseado que se detuviera el tiempo y nos hubiéramos quedado ahí impregnados los dos hablando, mirándonos. ¡Mientras tú me susurrabas yo te amaba!, el cielo se hizo visible en tus ojos, fue como un frenesí de besos, una lujuria de sentimientos, fue un instante sin fin, sin tiempo para soñar, sólo amándonos, con nuestras miradas, nuestros besos, ¡nuestras caricias!…
Desearía escribir un poema en tu alma y con los trozos de tu eterna ternura tallaría cada letra con tu lujuria, letras estremecidas al contacto de tu piel; juntaría las palabras con tu pasión hasta conseguir rimar en tu sensible corazón y así poder alcanzar el éxtasis de tu amor…
Eres un sueño de dioses que te hicieron para mí, eres compañía del pecado para calmar mi deseo, eres todo y aún más…
eres para mí…