Lo más importante que alguien puede hacer por una persona que está deprimida es ayudarla a que reciba el diagnóstico y tratamiento adecuados. Pero no sólo debe ayudarla a que busque ayuda en un principio, sino también aconsejarla y apoyarla para que no deje el tratamiento antes de que los síntomas puedan empezar a aliviarse (varias semanas). Esta importante tarea tal vez implique ayudarle a obtener un tratamiento diferente si no se observa ninguna mejoría con el primer tratamiento.
Estas son algunas cosas que familiares y amigos pueden hacer para ayudar a alguien que ha caído en una depresión:
Asegurarse de que el enfermo está tomando sus medicamentos
Recordarle que es necesario obedecer las órdenes médicas con respecto a no tomar bebidas alcohólicas mientras se está medicando.
Dar apoyo emocional. Esto implica comprensión, paciencia, afecto y estímulo.
Busque la forma de conversar con la persona deprimida y escucharla con atención.
No minimice los sentimientos que el paciente expresa, al contrario, señale la realidad y ofrezca esperanza.
No ignore sus posibles comentarios o alusiones al suicidio. Es mas, si los escucha, informe al psicoterapeuta y al médico.
Invítela a caminar, pasear, ir al cine y a otras actividades. Persista con delicadeza si su invitación es rechazada.
Fomente su participación en actividades que antes le daban placer, como pasatiempos, deportes, actividades religiosas o culturales, pero no fuerce a la persona deprimida a hacer demasiadas cosas demasiado pronto.
La persona deprimida necesita diversión y compañía, pero demasiadas exigencias pueden aumentar su sentimiento de fracaso.
No la acuse de simular enfermedad o ser perezoso, ni espere que salga de esa situación de un día para el otro.
Con tratamiento, la mayoría de las personas mejora. Tenga eso presente y continúe repitiéndole a la persona deprimida que con tiempo y ayuda va a sentirse mejor.
* Katherine Julio Ramírez