Queramos o no estamos a las puertas de un nuevo modelo humano. Nuestra visión del mundo, de la naturaleza y del mismo universo está cambiando a cada paso que ganamos en discernimiento y conciencia.
En plena era de la insostenibilidad y ante el fracaso de las políticas del planeta es hora de que ampliemos el horizonte y actuemos, asumiendo por derecho nuestro espacio de responsabilidad y nuestra oportunidad de cambiar el rumbo de las cosas. Podemos empezar con nuestras vidas, mejorando nuestras relaciones con los demás y cuidando del entorno. Necesitamos adaptarnos a una nueva realidad global, a una nueva visión de lo que es la existencia, el conocimiento, el progreso, la educación, la fe… Por eso no es aconsejable aferrarnos ciegamente a una aparente realidad. Todo puede venirse abajo: monopolios, dogmas, santuarios, estatus, imágenes, ídolos y modas. Es necesario renovarnos y abandonar los viejos hábitos y esquemas, descubrir quiénes somos y lo que somos capaces de hacer. Tenemos pleno derecho a sentirnos investigadores y laboratorios de nuestras vidas, en el gran Laboratorio de la Vida.
Tenemos toda la vida por delante, y siempre estamos a tiempo de vivirla con autonomía y plenitud. Tenemos derecho a percibir y sentir de forma propia; a experimentar la Vida de manera diferente y por nosotros mismos. Es urgente que preservemos y retribuyamos a la naturaleza, que facilitemos las cosas a los que vienen y que ayudemos a las generaciones actuales, tan desorientadas y perdidas.
Es buen momento, el momento axial para que actuemos en sintonía…
...para que nos encontremos, compartamos y colaboremos.
J.R Tato Peña