En toda vida existe un momento decisivo que marca la gran diferencia. Es un instante que suele suponer avanzar hacia una vida de auténtica realización y logro, o permanecer estancado en una vida de mediocridad y lamentaciones. En muchas ocasiones es un instante que pasa desapercibido o al que no le prestamos atención. Pero te garantizo que de un modo u otro llegará, y cuando llegue, será el momento de tomar la decisión más importante que vas a tomar jamás.
Y esa decisión es la de aceptar única y exclusivamente vivir tu vida en sintonía con tu máximo potencial. Vivir tu vida sin ningún tipo de excusas aspirando a ser tu mejor versión en cada uno de los instantes de cada día. Y a pesar de ser un simple decisión, cuando se toma con la absoluta convicción de quien sabe que ese simple salto mental va a marcar toda la diferencia, te sitúa en el verdadero punto de partida para convertir tus mayores sueños en realidad.
Todos los grandes realizadores tienen días de veinticuatro horas exactamente igual que tú, pero su gran diferencia con el resto radica justamente en esa simple decisión. Un buen día en su vida, decidieron que no iban a aceptar ni un solo instante más de mediocridad en sus vidas. Decidieron elevar los estándares de una vez y para siempre. A partir de ese momento solo medirían su desempeño con la mejor versión de ellos mismos. Y ahí reside en gran medida el secreto de su grandeza. En ese sencillo salto mental que lo cambia todo. En ese firme compromiso que pone al universo a conspirar a tu favor.
Y ese instante puede elegir llegar de dos maneras. A algunas personas les llega por la vía de la inspiración. Son sus sueños y aspiraciones las que les hacen despertar y poner en juego todo su máximo potencial. Diseñan en su mente un futuro tan apasionante e inspirador que literalmente se convierte en un gigantesco imán que tira de ellos en la dirección de esos sueños. Les permite desatar cada día una increíble cantidad de energía y pasión mientras avanzan desarrollando su plan de acción.
Pero a otras muchas personas les llega por la vía de la desesperación. En momentos de dificultad, cuando creían que todo estaba perdido, cuando sentían que ya no podían soportar más una situación,… entonces se enciende una chispa imparable en su interior que les pone en movimiento como jamás lo habían estado antes. Y es en ese instante cuando todo empieza a cambiar.
Si llegas a ese momento en tu vida, ¡celébralo! Ese será el preciso segundo en que tu vida comenzará a tomar un pleno sentido y te sentirás posiblemente por primera vez en mucho tiempo vivo de verdad.
Persigue tus sueños,… el reloj está corriendo.