Es muy importante reconocer la energía que tenemos en nuestro cuerpo físico y en el espiritual, aunque no la veamos, ya que al intentar percibirla es cuando empezamos a activarla en nuestro ser.
En ese momento se empiezan a prender todos nuestros sentidos, la mente, el corazón. Es un despertar, e incluso empezamos a tener más poder, a sentirnos mejor en todos los aspectos, a sentir más, a oír mejor, a ver mejor. Es un cambio muy grande.
Un ejercicio diario que es muy sencillo y que nos ayuda a empezar a reconocerla es:
- Frotar nuestras manos una contra la otra para abrir los canales de energía.
- Pedir energía del cosmos, tomarla con las manos y conjugarla con la nuestra.
- Para hacerlo debemos de pasar las manos por todo el cuerpo, es como ir recogiendo nuestra energía para unirla con la del universo.
- Una vez que sintamos que son una sola, la podemos hasta programar y reenviarla al universo dirigiéndola hacia donde más se necesite en ese momento.
En este ejercicio se puede tomar la energía del plexo solar, que es un centro lleno de energía del cual podemos manejar y sacarla.
Al hacerlo la enviamos, pero debemos tener cuidado cuando se saca, porque es sagrada, se tiene que liberar con un propósito, por ejemplo, para ayuda de las personas que la necesiten.
Es vital también que al hacerlo pidamos la guía de nuestro corazón y la protección de nuestro ángel, ya que ambos nos irán llevando por donde tenemos que ir.
Nuestros centros de poder
También es importante que sepamos que todos tenemos un centro de poder donde generalmente recibimos energía, emociones, sensaciones y sentimientos, y es el plexo solar.
A nivel físico lo podemos ubicar en el diafragma, pero en nuestro cuerpo astral en realidad lo que tenemos es una esfera grande que recibe energía.
Todos tenemos diferentes centros energéticos, que son los llamados chacras, zonas mágicas de nuestra esencia.
Por medio de ellos tomamos energía y, aunque por lo general se considera que se recibe la mayor cantidad por la coronilla, no siempre así. Depende de cómo esté nuestro cuerpo, porque va cambiando.
Si ayer recibimos energía por ahí, hoy quizá la recibamos por el corazón o por el llamado chacra de la raíz, son diferentes centros y dependiendo de cómo esté nuestro cuerpo, nuestro corazón y nuestras emociones es cómo vamos a recibirla.
Pero por cualquier parte que se reciba inmediatamente viaja a nuestra esfera de poder que se concentra en esa parte y empieza a trabajar para distribuirla a todo el cuerpo.
Fuerza y protección
Este centro ubicado en el plexo solar es muy importante, ya que también es de protección. Por ejemplo, cuando recibimos un susto o mala noticia, lo sentimos de inmediato en la zona del estómago.
El impacto lo recibimos en ese centro energético. Después, cuando el plexo solar ha sentido ese choque de energías, empieza a mandar energía a todo nuestro ser.
Además, cuando tomamos energía se deposita en el plexo, por lo que es un lugar muy fuerte. De ahí que haya posiciones especiales para sacar y mandar energía desde este centro.
Es importante destacar que este tipo de energía es muy sagrada, porque es mover fuerzas mágicas que son poderes para dar a los demás y viceversa.
Así que cuando se quiera usar y activar la energía, se debe dar las gracias a todo el cuerpo y a este centro.
Flora Rocha
Fundación Sabiduría del Corazón
http://www.sabiduriadelcorazon.org/espanol/index.php?option=com_content&view=article&id=60&Itemid=122