La psicología, también trata el tema de la espiritualidad, y lo define de la siguiente manera: “cualquier situación que vaya más allá de nuestros límites de nuestra visión cotidiana de la vida y nos proporcione una sensación de conexión con algo que está más allá de nuestra personalidad”.
Me pareció importante, tratar este tema desde la perspectiva psicológica, ya que es bueno “ver desde diferentes ángulos”, para que cada uno pueda descubrir su verdad.
Habiendo dado la definición, voy a compartir con ustedes, los métodos de conectar con nuestra espiritualidad (siempre desde un punto psicológico), que fuero dadas por el psicólogo Bill O’Hanlon:
Método 1: Encuentre un camino propio hacia la espiritualidad. O’Hanlon menciona que cada persona tiene un camino distinto para contactarse con su espiritualidad, entre los que destacan los siguientes:
1er camino: Conectar con el alma, el yo profundo, en este nivel nos estaríamos contactando con nosotros mismos. Esto se puede realizar a través de la meditación, la relajación, la contemplación o cualquier otro medio que nos permita contactarnos con nosotros mismos.
2º camino: Conectar a través del cuerpo. Actividades como el deporte, la yoga o la danza están relacionadas con este camino.
3er camino: Conectar con otro a través de relaciones íntimas de tú a tú, ya sea con familiares, amigos, la pareja, etc.
4º camino: Conectar con una comunidad y una contribución al mundo, esto se puede realizar a partir de la participación activa en un grupo.
5º camino: Conectar con la tierra o con la naturaleza.
6º camino: Hacer o apreciar el arte, a través de la práctica de la literatura, la danza, la pintura, etc.
7º camino: Conectar con Dios o con un poder superior. Este camino implica entrar en contacto con el universo, o con un poder más elevado, o con Dios, de un modo intenso y experiencia (no sólo intelectual).
Método 2: Acceda a la espiritualidad a través del pasado, del presente o el futuro. Con respecto a esto, se nos recomiendan las siguientes preguntas en estas tres áreas de la espiritualidad:
1. Recordar experiencias y conexiones espirituales pasadas:
¿Ha tenido alguna vez creencias religiosas o espirituales o ha seguido alguna práctica religiosa o espiritual?
¿Le han servido de ayuda de algún modo?
¿Ha sentido alguna vez que estaba en contacto con algo más allá de sí mismo, como la naturaleza, la humanidad, el universo o Dios?
¿Cuál ha sido, si es que la ha habido, su experiencia espiritual más profunda?
2. Reconocer los recursos y las soluciones espirituales del presente
¿Qué es lo que hace o a dónde va para recargar sus baterías cuando tiene la oportunidad?
¿Asiste a algún tipo de servicio religioso? Si es así, ¿cuáles son las sensaciones positivas que despierta en usted?
¿Qué tipo de actividades artísticas le gustan?
¿Cómo conecta con otras personas?
¿Cree que está en el mundo por algún motivo? Si es así ¿cuál es?
¿Hay alguna figura o actividad espiritual que crea que podría ayudarle en esta situación?
3. Generar esperanzas e intenciones espirituales futuras
¿Qué tipo de actividades espirituales o religiosas le gustaría hacer en el futuro, si es que hay alguna?
¿Hay algún aspecto de su vida espiritual interior que le gustaría conocer más a fondo?
¿Hay alguna figura espiritual o religiosa que le gustaría usar como modelo? ¿De qué modo?
Método 3: desarrolle la compasión, el servicio y la fe
1. Conectar con la compasión: recuerde algún momento en que se haya sentido muy
necesitado de la comprensión y la compasión de los demás ¿cómo habría querido que le hablarán? ¿cómo le habría gustado que se relacionaran con usted? ¿qué palabras o tono de voz le habrían consolado más y le habrían servido de más ayuda en esos momentos? ¿qué conductas habrían marcado la diferencia? Quizás alguna persona le ofreció su amabilidad y comprensión o se compadeció de usted entonces ¿qué es lo que hizo esa persona concretamente? Ahora piense
cómo podría poner en práctica lo que ha recordado con alguna persona de su entorno que necesite compasión en estos momentos.
2. Prestar servicios: cuando le preocupe algún problema recurrente, elabore un plan para prestar algún servicio a alguien que forme parte de su vida o de su comunidad y que necesite ayuda o compañía. La próxima vez que se presente el problema, comprométase a dedicar tanto tiempo al servicio como el que pase con el problema.
3. Conectar con la fe: recuerde un momento en que creyera que no había ninguna esperanza y en que sintiera pánico por unas noticias o un suceso terrible, pero en el que al final las cosas salieran mejor de las que se esperaba. Consiguió superarlo o las cosas no fueron tan terribles como había creído en un primer momento o sí que lo fueron, pero usted aprendió algo o avanzó en una dirección que al final le aportó algo positivo. Recuerde esta experiencia pasada y trabaje para mantener su fe en cualquier situación problemática que esté afrontando en estos momentos.
Fuente: O’Hanlon, B. (2003). Pequeños grandes cambios. México: Paidós.