Todos nosotros sabemos muy bien lo que es sentir amor por los demás: por los padres, por los hijos, por un amigo, por una pareja…pero cuando pensamos en amarnos a nosotros mismos nos miramos desorientados pensando: ¿cómo es que se puede hacer eso?
Tenemos un juicio bien marcado acerca de que amarse es ser egoísta, porque nos han enseñado a ocuparnos de los demás pero no de nosotros mismos. Esto es un peso fuerte desde lo cultural y social que está haciendo añicos nuestras relaciones afectivas, nuestra salud, nuestras finanzas, nuestros trabajos…
¿Por qué?
Porque si no nos amamos no podremos sentirnos plenos en las distintas áreas de la vida, porque estaremos buscando en el otro el amor que no tenemos dentro nuestro, porque intentaremos “compensar” permanentemente nuestro vacío interno.
Si no nos amamos pediremos a nuestra pareja que nos ame para ser felices.
Si no nos amamos, estaremos pendientes de que nuestros hijos o nuestros padres nos devuelvan el amor.
Si no nos amamos, buscaremos alguna cosa externa que nos “llene”: amor de los otros, comida, alcohol, drogas, sexo, dinero, etc, pero esto nunca será suficiente ya que cuando estamos vacíos, nada puede llenar ese espacio interno.
Podemos también excusarnos en que no podemos amarnos porque nos acusamos de algo hecho en el pasado que aún hoy seguimos juzgando severamente. Pero nada impide que a partir de hoy vivamos mejor, desde un lugar de amor y aceptación plenos de nosotros mismos.
¿QUÉ ES AMARNOS?
ACEPTACIÓN: cuando aceptamos como somos nos estamos amando. Aceptarnos es saber que lo que somos hoy es producto de todo lo vivido previamente, por lo tanto si negamos, escondemos ó rechazamos una parte nuestra no queremos todo lo que somos y eso se verá en los sucesivos boicots que haremos ó hicimos en nuestra vida.
APRECIACIÓN: es poder ver todo lo bueno que somos y hacemos, una nueva perspectiva de vida mucho más saludable. Apreciar nos hace sentir bien y por lo tanto eleva nuestro nivel de energía.
SER AMABLE: sabemos ser amorosos con los “errores” ajenos y decimos: –“Bueno, ya pasó, no es para tanto, mirá para adelante”, pero cuando nos toca a nosotros ser los protagonistas de un “error”, no terminamos más con las acusaciones de que lo hemos hecho todo mal. Somos muy duros, no nos perdonamos y arrastramos esa violencia dentro nuestro todo el tiempo, a veces durante años.
LA CRÍTICA: es casi habitual que hablemos mal de nosotros mismos, que nos juzguemos por lo que hicimos ó por lo que no hicimos. La crítica pone el foco en lo negativo y nos hace sentir mal, por lo tanto no contribuye a nuestro crecimiento de amor a nosotros mismos.
COMPROMISO CON NOSOTROS: sabemos decirle a otro que tiene que hacer tal cosa para ayudarse a si mismo, incluso nosotros sabemos muy bien lo que podríamos hacer para sentirnos mejor, pero no lo hacemos, no tomamos la decisión, dejamos pasar el tiempo y no nos comprometemos con nuestro cuerpo, con nuestra felicidad, con nuestra salud, etc. Nos ponemos “últimos en la fila”. No darnos tiempo ó atención es un modo de abandonarnos y de no comprometernos con nosotros mismos.
CONFIANZA: a menudo confiamos en lo que los demás nos dicen, pedimos consejos, sugerencias, preguntamos todo para estar seguros y no dedicamos tiempo a escuchar nuestra voz interior que es la única que dice con certeza a cada momento lo que nos hará felices. confiar en nosotros mismos es una gran tarea.
Del amor a nosotros mismos, nace la plenitud en todas las áreas de la vida porque cuando cultivamos eso dentro nuestro nadie puede quitárnoslo, ni la más aguda crisis de la vida, podemos tambalear pero no nos romperemos en mil pedazos pues ya tendremos nuestra seguridad interna.
Hoy, desde todos lados escuchamos que si nos amamos todo cambia y no es un cambio en el futuro sino en el AHORA.
Ahora podemos elegir aceptarnos, apreciarnos, ser más amorosos ó gentiles con nosotros, no juzgarnos más, comprometernos fuertemente con todo aquello que nos hace bien y confiar en lo que dice nuestro corazón.
“Me quiero, por eso te acepto incondicionalmente.”
“Me quiero, por eso no te juzgo.”
“Me quiero, por eso me pongo a tu servicio.”
“Me quiero, por eso te valoro.”
“Me quiero, por eso veo todo lo bueno de vos.”
“Me quiero, por eso te quiero sin pedirte nada a cambio.”
ALICIA ORFILA – Consciencia y Salud –
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