Dentro de nosotros se encuentra una sabiduría infinita que generalmente no exploramos. Esta es una poderosa herramienta que a menudo se encuentra obstaculizada por nuestro estrés, por un cúmulo de pensamientos automáticos que impiden que escuchemos lo que nuestro corazón dice. Creemos que preguntando a otros vamos a “saber”, pero no es allí donde se encuentran las respuestas que nos darán satisfacción, sino dentro nuestro.
¿Cómo podemos escucharnos y saber qué necesitamos desde la profundidad de nuestro ser?
El estar con nosotros mismos puede ser LA herramienta. Cuando estamos en silencio, escuchamos insistentemente la voz de nuestra mente que no deja de darnos directivas sobre los sí y los no, de los “por que”, etc. Pero a medida que vamos practicando el silencio a través de alguna técnica de meditación y/o relajación, ó con el “Entrenamiento Mental”, sabremos discernir entre esos pensamientos automáticos y la voz de nuestro interior. Nos daremos cuenta de que los pensamientos pasan a ser contenidos que observamos sin que nos quedemos atrapados en ellos. La práctica regular de alguna actividad introspectiva, nos ayudará a eliminar esos automatismos, esos actos inconcientes, para comenzar a “saber” lo que verdaderamente queremos ser-hacer. Las respuestas siempre se encuentran en nuestro interior, solo que no podemos escucharlas porque estamos aturdidos de nosotros mismos. Nuestra sabiduría interior llega cuando estamos relajados y menos resistentes.
Aparecen ahí las certezas, “las corazonadas”. En este espacio de profundidad silenciosa de la consciencia es que aparece nuestra verdad, lo que siempre nos conduce a una vida más saludables, más feliz, más íntegra.
Al enfocarnos en nosotros mismos, nos conectamos directamente con lo que deseamos, nos sintonizamos.
Tendremos entonces que trabajar “yendo hacia adentro”. Será necesario una tarea sostenida para superar años de resistencia al cambio…años de automatismo, para cambiarlos por una vida consciente en cada momento, conectados con nuestro interior.
Todos sabemos que no podemos cambiar las circunstancias externas, las estaciones climáticas ó el viento, pero si podemos cambiarnos a nosotros mismos. Nosotros somos la causa de toda nuestra dicha o desdicha.
Si elegimos estar con nosotros mismos, nuestra confianza aumentará y tendremos también una mayor claridad mental.
Preguntas para darnos cuenta:
¿Preguntás a otros: ¿qué te parece, hago esto o aquello?
¿Pedís opinión a otros acerca de cualquier cosa de tu vida?
¿Sentís inseguridad en tus decisiones?
¿Estás en silencio con vos mismo, ó siempre encontrás alguna otra cosa que hacer?
¿Qué sentís cuando estás a solas con vos mismo?
Si practicáramos “consultar a nuestro interior” nos sentiríamos plenos porque estaríamos haciendo-siendo lo que realmente queremos.
Lo que realmente queremos: ¿qué querés vos?…¡Consultá a tu interior!
ALICIA ORFILA – Fonoaudióloga -
www.aliciaorfila.com.ar