No somos desechables, podemos no ser lo que la otra persona quisiera o necesita, pero la gente no es desechable.
Tal vez no recibiste el mensaje de tus padres de que eras un regalo para ellos y para el universo; quizás tus padres tenían problemas o estaban en una época difícil en sus vidas; tal vez tenían sus propios asuntos que resolver y no fueron capaces de disfrutarte ni valorarte como el regalo que eres.
Deja que ese sea su problema y no el tuyo, ahora en tu vida rodéate de gente que valore el maravilloso regalo que eres. No permitas que la gente te use.
La gente puede desear que nosotros hagamos lo que ellos quieren o necesitan, la gente tiene expectativas hacia nosotros, pero tú puedes ser fiel a ti mismo sin importar la reacción adversa de los demás.
¿Qué de malo tiene si nos permitimos sentir lo que sentimos? ¿Qué pasaría si nos adueñáramos de nuestro poder para ser nosotros mismos? ¿Le seguiríamos cayendo bien a la gente? ¿Nos abandonarán? ¿Se alejarán?
Algunas personas se alejarán, pero la relación con ellos hubiera terminado de todas maneras. Si alguien se va porque tú estés cuidando de ti, es alguien que, tenlo por seguro, no quería nada bueno, no tenía buenas intenciones, no quería tu bien sino el suyo.
Existe gente que confunde el amor con la obsesión. Esa gente se queda en una relación no por los motivos adecuados. Se quedan por miedo a estar solos, por miedo al abandono, por obsesión y desde sus miedos empiezan a manipular. Y se van de una relación también por los motivos equivocados, porque tal vez empieza esta a ser demasiado cercana y ellos no saben de amor y cercanía sino de obsesiones y miedos (miedo al abandono como el que tal vez vivieron de niños).
Existe gente que usa el amor para controlarnos, estarán con nosotros sí; pero a un alto precio. Son relaciones donde el amor se nos daba o se nos quitaba para tener poder sobre nosotros. Nosotros no nos sentíamos seguros recibiendo amor de estas personas.
No debemos permitir que se nos use, la gente no es de “Úsese y tírese”. La gente no es desechable, el amor no se puede dar o quitar a conveniencia del otro.
Sí, el otro puede decidir que una relación termina, puede tomar distancia porque considera que eso es lo mejor para él y para el otro en ese momento, puede poner todos los límites, etc.
Pero eso no es lo mismo a “enterrar viva a la gente”, eso no quiere decir que esa persona “ya no sirva” y que no es digna de ser querida por nadie. Puede alguien querer toda la distancia que necesite, pero eso no significa que a la gente se le pueda tirar al bote de la basura.
Sí, la gente tiene defectos y sabemos que los demás los ven y los viven, pero es muy duro convivir con alguien que está con una lupa observando los terroríficos defectos y los usa de pretexto para amenazar con dejar al otro. No es así como la gente mejora y cambia, no es así como la gente crece. Nuestras heridas sólo se pueden sanar con amor que nunca falla, no con más desaprobación y más abandono.
Todos necesitamos amor que sana, amor que nunca falla, amor que no juzga, amor que no abandona, amor seguro.
Martha Isabel Morales