Una de las maneras más fáciles de lograr una vida extraordinaria, es decidir que la vas a disfrutar. Esto no requiere ninguna herramienta complicada ni ningún entrenamiento especial. De hecho, el disfrutar de la vida sólo requiere que elijas hacerlo.
Las recompensas de dicha elección pueden ser enormes. Piensa por un momento en la persona más genuina y exitosa que conozcas. ¿No es cierto que esa persona casi siempre disfruta lo que hace? Lo más probable es que tu respuesta sea afirmativa. El hecho es que las personas más exitosas son las que más disfrutan lo que hacen.
La gente que disfruta de la vida es creativa, productiva, generosa, compasiva y contribuye tremendamente a las comunidades en las que vive. Mientras los demás se quejan, las personas que en verdad disfrutan de la vida, ven las oportunidades positivas y valiosas que siempre están presentes. Tú te puedes convertir en una de esas personas en este mismo momento. Tan pronto lo hagas, tu vida comenzará a moverse hacia una dirección más positiva.
Quizás estés pensando que no hay nada para disfrutar en tu vida en este momento. Te podrás preguntar: ¿Cómo puedo disfrutar de la vida cuando tengo tantas presiones, cuentas por pagar, problemas de salud, relaciones difíciles, y un mundo lleno de negatividad? La respuesta es simple e infinitamente poderosa: tú puedes disfrutar de la vida con sólo decidir hacerlo.
Si no estás disfrutando completamente de tu vida, la razón es que has puesto condiciones y restricciones para lograrlo. Posiblemente has decidido que no puedes disfrutar de la vida hasta que obtengas un mejor trabajo, o te mudes a una casa más grande, o encuentres a tu pareja perfecta. Ves a otras personas que han logrado las cosas que tú deseas, y te parece que esas personas disfrutan sus vidas, así es que entonces asumes que para disfrutar de la vida, debes primero ser exitoso. ¿Has considerado alguna vez que las cosas podrían ser al revés?
Mucho antes de que Tiger Woods fuera exitoso en el golf, él disfrutaba jugarlo. Mucho antes de que Bill Gates fundara la compañía de software que lo hizo multimillonario, él disfrutaba haciendo programas de computadora. Mucho antes de que alguien hubiera siquiera escuchado el nombre de Lance Armstrong, él disfrutaba andar en bicicleta. ¿Hay una lección aquí? ¡Seguro que sí! Disfruta lo que haces, y serás bueno en ello. Comprométete a hacer lo que disfrutas, y comenzarás a vivir la vida extraordinaria que deseas, y ¡el mundo estará a tus pies!
El disfrutar lo que haces te da una enorme ventaja competitiva. Si realmente amas lo que estás haciendo, y la persona que está junto a ti odia lo que está haciendo, ¿quién va a hacer mejor su trabajo? Por supuesto que tú. ¿Qué debes hacer entonces cuando tienes que hacer algo que odias? Es fácil. Deja de odiarlo y encuentra la forma de disfrutarlo. Comprende que el disfrute existe en tu mente y que tú tienes el control completo de tu mente. Ninguna condición externa puede evitar que disfrutes la vida cuando eliges hacerlo. Lo único que necesitas para disfrutar es tu propia elección.
En cualquier momento puedes elegir ser miserable o puedes elegir disfrutar el momento. Si eliges ser miserable, cometerás más errores, alejarás a la gente y tendrás problemas para lograr hacer las cosas. ¿Entonces, por qué tendrías que escoger ponerte en esa situación?
Ciertamente, en este mundo hay cosas difíciles, dolorosas y desagradables. Aún así, la pregunta que debes hacerte es ésta: ¿Realmente quiero agregar mi propia energía negativa al dolor y a las dificultades, haciéndolos aún más pesados? Al elegir disfrutar la vida, te pondrás en una posición más efectiva para lidiar con lo que sea que suceda.
El verdadero disfrute va más allá del mero placer. El verdadero disfrute se da cuando eliges estar en paz con el momento presente y contigo mismo. El verdadero disfrute viene cuando valoras la vida.
Al permitirte a ti mismo disfrutar el momento, con lo que sea que te ofrezca, te pones en una posición de poder. Entre más disfrutes de la vida, más cosas encontrarás que disfrutar, y así lograrás vivir una vida extraordinaria.
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