Mercurio es el planeta más cercano al Sol, y el segundo más pequeño del sistema solar. Su diámetro es un 40% más pequeño que la Tierra y un 40% más grande que la Luna. Es incluso más pequeño que la luna de Júpiter, Ganimedes o la luna de Saturno, Titán.
Hasta el Mariner 10, poco se sabía sobre Mercurio debido a las dificultades de observación que tienen los telescopios de la Tierra. En su máxima elongación está a sólo 28 grados del Sol tal como se puede ver desde la Tierra. Debido a esto, sólo puede ser observado durante el ocaso o en horas diurnas, atravesando una masa considerable de la atmósfera terrestre.
Su extrema proximidad al Sol y el hecho de que, en la práctica, no posee una atmósfera, le hacen experimentar las más elevadas variaciones térmicas existentes en un planeta. En estas condiciones los científicos excluyen que el planeta pueda albergar cualquier forma de vida.
Mercurio es el planeta más cercano al Sol. Se encuentra a una distancia aproximada del Sol de 58 millones de km y tiene un diámetro de 4.875 km. Mercurio orbita alrededor del Sol cada 88 días (año del planeta). Los estudios de radar del planeta muestran que gira sobre su eje una vez cada 58, 7 días o cada dos terceras partes de su periodo orbital; por tanto, gira una vez y media sobre su eje durante cada periodo orbital. Dado que su superficie es abrupta, porosa y de roca oscura, Mercurio es un mal reflector de la luz solar.
Mercurio es el más pequeño de los planetas sólidos o terrestres. En 1974 una sonda interplanetaria americana, el Mariner 10, realizó tres pasajes por sus cercanías, transmitiéndonos las imágenes de un mundo intensamente craterizado y carente de atmósfera, que parece un gemelo más grande de la Luna.
Mercurio tiene una densdad completamente análoga a la terrestre, 5,42 g/cm3, haciendo suponer un elevado porcentaje de hierro en la composición interior del planeta. Como consecuencia de la elevada masa del planeta la gravedad en su superficie es comparable con la de Marte: alrededor del 50 por cien de la terrestre.
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La historia de la formación de Mercurio es similar a la de la Tierra. Hace unos 4,500 millones de años se formó el planeta. Esta fue una época de intenso bombardeo de los planetas a medida que recolectaban el material y los restos de la nebulosa de la que se formaron. En una etapa temprana de esta formación, Mercurio probablemente se diferenció en un denso núcleo metálico y una corteza de silicatos.
Despues de un período de intenso bombardeo, la lava corrió por la superficie del planeta y recubrió la antigua corteza. Durante este período se formaron las llanuras intercráteres. Luego Mercurio se enfrió.
Durante la tercera etapa, la lava anegó las tierras bajas y produjo las llanuras suaves.
Durante la cuarta etapa el bombardeo de micrometeoritos produjo una superficie pulverulenta también conocida como regolito. Unos pocos meteoritos de mayor tamaño chocaron contra la superficie produciendo brillantes cráteres con radios. Salvo por las ocasionales colisiones de algún meteorito, la superficie de Mercurio ya no está activa y permanece como estaba hace millones de años.
Mercurio es el planeta más cercano al Sol. Es algo más grande que la Luna. Las temperaturas a mediodía suben a 370º C. Pero como apenas tiene atmósfera que atrape el calor, por la noche las temperaturas descienden a casi 185 grados bajo cero. La superficie de Mercurio está cubierta de cráteres, cañones, y escarpaduras altas.
En 1991, los astrónomos descubrieron que, a pesar del calor, Mercurio puede tener pequeñas regiones de hielo en sus polos norte y sur. El hielo está dentro de profundos cráteres, cuyo suelo está siempre a la sombra, por lo que el Sol no puede fundir el hielo. Mercurio es un planeta denso y rocoso. Es probable que su núcleo esté compuesto de hierro y níquel. Al girar sobre su eje, el hierro del núcleo quizás genere un débil campo magnético alrededor de Mercurio.
Durante muchos años se creyó que había un lado de Mercurio que siempre daba al Sol. Pero en 1965, unos astrónomos descubrieron que Mercurio realiza tres giros completos en su eje por cada dos órbitas alrededor del Sol. Debido a este movimiento, vemos el mismo lado de Mercurio cada vez que el planeta está a una distancia mínima de la Tierra. Sólo un vehículo espacial, el Mariner 10, ha visitado Mercurio. Pasó tres veces cerca del planeta en 1974 y 1975. Tomó fotos de la mitad de la superficie del planeta, midió las temperaturas, y descubrió un débil campo magnético.
Si Mercurio tuvo alguna vez una atmósfera, hace mucho que se escapó al espacio debido al calor del cercano Sol. No hay aire, ni agua y en la superficie del planeta no puede crecer nada. Los astronautas necesitarían protección muy fuerte contra el calor y la fuerte radiación del Sol. Pero los abultados trajes se sentirían muy ligeros porque la fuerza de gravedad superficial de Mercurio es sólo una tercera parte de la de la Tierra.