La ternura es un estado emocional un toque que nos acerca a lo mejor de nosotros mismos. Nos hace sentir más humanos y en conexión con el lado amable de la vida se expresa mediante el aspecto, del cariño y amabilidad, a través de palabras, caricias, sonrisas, abrazos y otras formas de contacto físico. Es la sonrisa del alma, el alimento el corazón y la savia de las relaciones personales.
La ternura es una manifestación afectiva muy delicada que requiere una maduración psicológica. No tiende a poseer a la otra persona, si no a amar singularidad, como hace la madre con su hijo pequeño.
A veces la inmadurez afectiva impide a muchas personas mostrar estos sentimientos, que sólo afloran en los momentos de especial vulnerabilidad, sería el caso del padre que, al envejecer y sentirse frágil o enfermo, da a su hija las muestras de ternura que nunca le había brindado antes a lo largo de su vida
El ser humano necesita el afecto para ser feliz, y un modo de percibirlo es a través de la ternura, que se vuelve más importante en la medida en que se sienta más indefenso e inseguro. Es importante, por tanto, en todas las etapas de la vida, desde el nacimiento a la senectud, aunque en cada etapa reviste unas características distintas.
El recién nacido: precisa especialmente el contacto físico las palabras tiernas amorosas
El niño: según crece, la necesidad física se convierte paulatinamente necesidad de reconocimiento: una sonrisa, la palabra, un gesto que vayan afirmando su autonomía.
El adolescente: no es infrecuente que, en la lucha por conseguir su propia identidad, rechacen manifestaciones de ternura por considerarlas infantiles. Lo que no quiere decir lo mismo que en la etapa adulta que no la siga necesitando de otra manera.
El anciano: debido al deterioro que sufren sus funciones físicas y psíquicas, suele sentirse más desvalido, y vuelve a necesitar de la gente mayores manifestaciones afectivas que atenúen la sensación de soledad y aislamiento.
El cariño la ternura cumple una función primordial en el desarrollo evolutivo, ya que son tan necesarios para madurar como la alimentación
Para los niños: favorece la estabilidad emocional y, por tanto, la capacidad de disfrutar amar y ser felices.
Nos proporciona seguridad en uno mismo aumenta la autoestima positiva a afrontar las dificultades de la vida, ya que nos hace ver que somos valiosos y así nos trasmite confianza
¿Cómo afecta su carencia?
Sin ternura se erosiona gravemente el desarrollo de la personalidad. Los bebés no pueden crecer normalmente sin el contacto con otras personas a través de los cuidados, cambio de pañales, alimentación, baño, mimos, palabras, caricias. Los niños desatendidos, abandonados o que por alguna razón no reciben suficiente contacto físico, sufren un deterioro mental y físico que puede llevarles incluso hasta la muerte. Sufren una privación sin llegar a una deficiencia nutritiva grave, y ambas perjudican al crecimiento cuando a lo largo del desarrollo se reciben pocas caricias, aparecen comportamientos de desasosiego, inseguridad, desesperanza y, a menudo enfermedades físicas.
es un error tomarla como debilidad la ternura nos hace fuertes, porque sólo se atreve a ser tierno aquel individuo que no tiene miedo a la debilidad ajena ni a la propia sólo desde el conocimiento de las propias necesidades, limitaciones y carencias emocionales podemos comunicarnos verdaderamente con los demás.
El principal enemigo de la ternura es, por tanto, la dificultad para hacernos cargo de sentimientos que no nos atrevemos a reconocer lo que nos llevaría reprimir el aspecto o a intelectualizar y racionalizar toda relación con el otro.
¿Que cuesta expresar el cariño?
Yo soy una de esas personas que le costaba demostrar su cariño pero los seres humanos no sólo necesitamos recibir, sino también dar caricias y tendremos tantas como seamos capaces de regalar cuando animamos a alguien, nos animamos a nosotros mismos, al dejarnos envolver por la ternura que estamos manifestando todos necesitamos una mínima dosis de cariño; y, si no la recibimos nos sentimos rechazados y defraudados, lo que repercute negativamente en todas las facetas de nuestra vida.
Pero, en ocasiones, no resulta tan fácil expresar nuestro cariño, si ese es tu caso, toma buena nota de esta estrategia:
Baja tus defensas: muchos tememos mostrarnos como somos por miedo a que nos dañen, y perdemos la ocasión de percibir de recibir el calor de los demás y de dejarnos cuidar de vez en cuando.
Huye del aislamiento: es el enemigo natural de la ternura acércate a los demás de una forma espontánea, para que aflore la amabilidad y la calidez de tus relaciones.
Vence tus miedos: ¿temes que tu intimidad sea invadida? A veces, si no estamos acostumbrados a recibir muestras de cariño, sentimos que no dominamos la situación y nos prueba y vemos dar pie a la ternura, perdiendo la oportunidad de disfrutar sanamente.
Aprende a desinhibirte: abandona las ataduras físicas y psicológicas que encorsetan su forma de actuar, permitiendo ser más flexible, y expresar sin pudor tus emociones positivas.
¿Qué es una caricia? una caricia es un acto de afecto y cariño y, sobre todo, una invitación a un diálogo afectuoso y cálido quien acaricia pone de manifiesto sus emociones, sentimientos y disposición afectiva; y quien es acariciado realiza ese mismo proceso a sus reacciones. Las caricias no suponen un intento de posesión, sino de acercamiento y comprensión a los demás y también con uno mismo.
La necesidad de dar, los seres humanos no sólo necesitamos recibir, sino también dar caricias. Cuando animamos a alguien, nos animamos a nosotros mismos, al dejarnos envolver por la ternura que estamos manifestando todos necesitamos una mínima dosis de cariño; y, sino la recibimos, nos sentimos rechazados y profundamente defraudados.
Acaricia... y ganarás un amigo si hoy tienes la suerte de encontrar a una persona especial, acércate a ella... si no, acaricia alguien que ya conoces: quizás tu pareja, tu hermano o un amigo
Acepta esta persona sea quien sea si es digna de tu amor
Piensa lo que tienes en común con ella, ganarán simpatía y paciencia ponte "en sus zapatos"
Saluda a esa persona y luego, en vez de pasar de largo, acércate para dedicarle un tiempo
Dile algo bonito, interesante por lo que hace, alégrale el día.
Pon atención en cómo te diriges a ella, de ver que su nombre está seguro en tu boca y mirar a los ojos: haz que se sienta una persona única y especial a tu lado
Sonríe con amabilidad no está reñida con la inteligencia, quizá hay algo que no te guste en ella, pero no tienes por qué demostrarlo.
Atrévete. Acariciar no es peligroso lo es más una vida sin caricias, ten coraje aunque te sientas vulnerable.
Y da caricias con delicadeza y sutilidad. Y luego dar las gracias y aceptar que las mereces.
Recuerda que…
La ternura nos acerca a lo mejor de nosotros mismos. Nos hace sentir más humanos y en conexión con el lado amable de la vida.
La ternura se expresa mediante el afecto, el cariño y la amabilidad, con palabras, caricias, sonrisas, abrazos...
La ternura nos hace fuertes, porque sólo se atreve a ser tierno aquel individuo que no tiene miedo a la debilidad ajena ni a la propia.
Los seres humanos no sólo necesitamos recibir, sino también dar caricias y tendremos tantas como seamos capaces de regalar.
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