Nemesis CO-CREADOR@
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| Tema: Hablar de amor... Lun Ago 20 2012, 07:51 | |
| Hablar de amor es asociar deseo físico, xxxxxx y complicidad. Sin embargo el amor se define por su infinidad de matices: fusión, razón, dependencia, odio… prefiero matice pues pienso que definir el amor es negarlo… Y pasa por diferentes estadios. Hay amores que empiezan con una gran pasión, fruto de una atracción inmediata, otros surgen tras el conocimiento en profundidad del otro, cuando esa amistad deja paso a la pasión para convertirse en algo más. Pero todos ellos aspiran asentarse en ese amor profundo y duradero en el que, sin renunciar a la pasión dentro de la pareja, poder disfrutar al mismo tiempo de emoción y serenidad. El amor pasión, nuestro corazón se acelera, la excitación se alterna con el miedo, el deseo físico es insaciable y la ausencia nos obsesiona en las primeras separaciones. La pasión desenfrenada es como un estado de locura transitoria en el que no somos conscientes de nuestros actos ni de nuestros pensamientos. Las emociones nos invaden y actuamos llevados por ellas. Precisamente por ello, hay personas que rechazan la pasión, por miedo a la intensidad de sus emociones. Un temor tal que puede llegar a malograr una relación. Todos alguna vez nos hemos visto envueltos en esa pasión y sabemos que no hay control, y esto en ocasiones, produce miedo, que muchas veces nos paraliza. Esta sensación de falta de control incita en muchas ocasiones que nos repriman sentimientos y se inicien relaciones de pareja sin pasión, impidiediendo que broten las emociones de forma natural. Sin embargo y a pesar de nuestros miedos, la pasión, cuando es correspondida y la podemos vivir sin impedimentos, es fuente de estímulos positivos que nos hacen sentir mejor con el mundo- de pronto todo nos parece más amable, más brillante- y con nosotros mismos. Cuando se empieza a experimentar el nacimiento de un posible amor se empieza a intercambiar conductas positivas, que generan pensamientos y sentimientos también positivos, y ese xxxxxx positivo nos hace sentir bien, no solo por el hecho de recibir sino también por el de dar. La pasión nos aporta alegría y bienestar. Casi todas las personas recuerdan muy gratamente sus episodios de pasión, porque se magnifican las virtudes y se minimizan los defectos tanto de uno mismo como de la otra persona. Pero que ocurre con el paso del tiempo? Normalmente nos sorprendemos diciendo. “El/ella ha cambiado”, "ya no lo reconozco”. La realidad del otro acaba siempre imponiéndose a nuestros ojos. O bien la aceptamos y entramos en otro tipo de relación, o bien no somos capaces de asumirla, y la decepción y el sufrimiento llegan de forma irreversible. ES posible que entonces nuestros sentimientos se conviertan en odio. Las emociones exacerbadas permanecen pero van al polo opuesto. Otras veces se transforman en dependencia, pues él o ella siente un vacio; “sin ella/el no soy nada”. E l compañero se convierte en alguien indispensable para vivir. “Se nos ha educado con la idea de que debemos perseguir el amor, porque es lo que nos dará la felicidad. Al creer esto vamos en busca del amor, no con la intención de encontrar un estado en el que nos encontremos bien, sino desde la actitud de alcanzar un objetivo. Si creemos que el amor es lo que sentimos al principio de una relación y la confundimos con la pasión, cuando esta se acabe, desecharemos la relación porque creeremos que esto ya no nos puede dar la felicidad. La pasión amorosa, pues tiene virtudes beneficiosas e instructivas para uno mismo, pero, a pesar de ser fundamental, no puede ser la única base de una verdadera relación de pareja. Es posible pasar de una pasión arrebatadora e irracional a un amor más constructivo y pausado. Para ello es necesario apreciar en el otro con todos sus defectos y cualidades, pero también tomando conciencia de quienes somos fuera del ámbito de la pareja. http://xosef.obolog.com/hablar-de-amor-1004189 | |
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