A veces no somos conscientes de cómo actuamos con los demás.
Otras veces, no nos damos cuenta de cómo los otros actúan con nosotros.
En ocasiones dejamos pasar situaciones en las que alguien invade nuestros derechos como persona.
Pensamos: “solo ha sido un grito”, “está triste, por eso me trata así”, “no puede con todo lo que hace, es normal”…
Pero si alguien te trata mal o tiene una mala conducta hacía ti, a menudo… no es justificable. No te mereces ese mal trato. Tú también tienes unos derechos y no sólo unas obligaciones con los demás.
Dí no cuando lo desees.
Dí sí cuando te apetezca.
Siempre respetando los derechos de los demás. Por supuesto.
Hay personas que viven enfadadas. Que casi todo les sienta mal. Parece que no se dan cuenta de que los demás, son ellos mismos. Cuando insultan a alguien, cuando te infravaloran o te humillan… están mirándose en ti. Tú eres entonces un espejo ante ellos (aunque no lo sepan). Piensa: todo lo que ellos te dicen, se lo están diciendo a sí mismos. Muchas veces esas personas no son felices. Entonces, no les gusta verte a ti feliz e inventan historias para que dejes de serlo. Si no son ellos felices, ¿por qué ibas a serlo tú?
Abre los ojos. Date cuenta de esas situaciones y ten contigo el mismo respeto que le das a los demás.
Tú también eres importante.
Tú también tienes unos derechos.
Defiéndelos.