magínate que estás en un cuento. En un cuento de fantasía y risas.
Tu vida es un cuento, las personas que te rodean son de dibujos animados, al igual que tú.
En los cuentos todo puede pasar.
Hasta lo que pensabas inimaginable, ocurre.
Coge un papel y dibújate.
Píntate como serías, si formaras parte de ese cuento.
Orejas grandes, nariz pequeña, pelo rizado…
Luego, dale color.
Cuándo lo hayas hecho, imagina que ese personaje toma vida.
Él eres tú. Y lo mejor, es que tú eres él.
Ahora puedes hacer lo que más te gusta.
Desde ir a una heladería a comer más de un helado, a irte de viaje a aquel lugar que deseabas.
Visualízate haciendo todas esas cosas.
Ya sabes, en el cuento, todo es posible…
¿Lo has sentido? ¿Has notado lo sencillo que es hacer lo que más te gusta, lo fácil que resulta estar feliz, cuándo estás dentro de ese cuento?
Bien…
Pues la vida es así de fácil.
Sí, si así lo queremos.
Si dejamos atrás las limitaciones de nuestra mente.
El creer que no podremos hacer algo, el sentir que todo es malo o que nada tiene sentido…
Sé el personaje de tu cuento, y sonríe.
Y créelo.