La prosperidad es tener éxito, ser feliz y vivir en paz y se fundamenta en ciertos principios determinantes para alcanzarla. Aprenda a ser próspero en todo.
El éxito y la prosperidad
Existen muchas personas adineradas que no son ni se sienten exitosas o prósperas, mientras que muchas otras que pueden tener mucho menos, pueden sentirse absolutamente bien y felices. La prosperidad es pues satisfacción, avance, progreso, abundancia, bienestar, éxito, victoria, disfrute, tranquilidad, paz interior, sanidad y sabiduría.
Se refiere al éxito de cualquier cosa, en cualquier etapa de nuestra vida, relaciones, trabajo, escuela, etc. La Biblia nos da buen testimonio de ello; en el libro de Jueces 18:5 por ejemplo, dice: “Y ellos le dijeron: pregunta pues ahora a Dios, para que sepamos si ha de prosperar nuestro viaje, qué hacemos”. Aquí se hace referencia al resultado, es decir, si el mencionado viaje tendrá éxito o no.
El principio de prosperidad según la Biblia
Proverbios 28:3 dice: “El que encubre sus pecados, no prosperará; mas el que los confiesa y se aparta, alcanzará misericordia”. En este caso también hace referencia a prosperar o tener éxito en su vida en general. Y en Isaías 54:17 dice: “Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio”. Aquí se refiere a que ningún arma maligna logrará alcanzar su objetivo, es decir, que no progresará. En los anteriores ejemplos la prosperidad no se refiere al aspecto económico.
La prosperidad es ser feliz y vivir en paz
Podemos decir que la prosperidad tiene que ver con:
Sentirse bien consigo mismo y con los demás.
Hacer lo que uno ama y amar lo que uno hace.
Forjarse metas y cumplirlas.
Tener sueños y alcanzarlos.
Ser feliz y hacer feliz a otro.
Vivir en paz.
Abundar en cualquier aspecto de la vida.
Todo esto independientemente de si se es un alto ejecutivo o simplemente un ayudante de cocina. La prosperidad es tener éxito en cualquier cosa, pero sobre todo poder disfrutar de lo que hacemos en nuestra vida. Claro está que también incluye el aspecto económico.
¿Es posible ser prósperos?
La pregunta que surge es si, ¿podemos todos ser prósperos? Y la respuesta es, absolutamente sí. Como seres humanos, estamos perfectamente dotados para alcanzar la prosperidad. Además porque es nuestro legado según las escrituras, como lo dice en el libro 3 Juan 2: "Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma". "Todas las cosas", abarca literalmente, todos los aspectos arriba mencionados de nuestra vida.
Cómo alcanzar el principio de la prosperidad:
existen dos principios fundamentales para alcanzar la prosperidad, y son:
“La Ley de Atracción” según la cual "todos nos convertimos en campos magnéticos atrayendo hacia nosotros todo aquello que concuerde con nuestros pensamientos y emociones predominantes".
Mediante esta ley atraeremos no solo dinero sino todo aquello que concuerde con nuestros pensamientos, de tal manera que si esos pensamientos son negativos van a traer fracaso, pero si por el contrario son positivos atraerá éxito y prosperidad. Somos lo que pensamos, y es por eso que lo primero que tendremos que hacer para alcanzar la prosperidad es cambiar nuestros pensamientos de fracaso. Confiar en nuestras capacidades y creer que podemos lograrla.
“Ley de Correspondencia” que dice que "todo aquello que te pasa en tu mundo exterior es un reflejo de algo que sucede en tu mundo interior".
Esto significa que si nuestro mundo interior anda en conflicto, esto se reflejará en nuestras relaciones, en nuestro trabajo y en todas nuestras actividades externas, de tal manera que, lo primero que tendremos que hacer para prosperar es ponernos en paz con nosotros mismos y resolver cualquier conflicto que tengamos, para que nuestra energía positiva pueda fluir libremente.
La visualización y la fe
La visualización es también un aspecto determinante para alcanzar la prosperidad y consiste en hacernos una imagen fija de todo aquello que queremos alcanzar, un sueño, meta u objetivo, como si ya fuera hecho, y hacer de esta, un hábito diario, hasta que se convierta en parte de nuestra cotidianidad.
Esta imagen debe además estar acompañada por firmes declaraciones que ratifiquen el éxito de lo que queremos. Puede que al principio nos cueste un poco la visualización, pero con la práctica poco a poco se hará mas fácil y real en nuestra mente; esto nos permitirá no solamente activar la “Ley de Atracción”, sino que nos mantendrá motivados para seguir trabajando por ese sueño. Es importante aclarar además que toda meta u objetivo debe ir acompañado de un plan de acción, que nos lleve a lograr el éxito en dicho objetivo.
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