Como seguramente sabes, según la tradición oriental (hindú, en este caso) la energía del cuerpo humano se canaliza a través de miles de circuitos que recorren todo el organismo y que se cruzan en siete nódulos principales llamados “chakras”.
Cada uno de estos chakras se encarga de regular el flujo energético de un área determinada y en cuestiones de abundancia y prosperidad el chakra que manda es el primero, conocido también como chakra de la raíz. Se encuentra en el perineo de la base de la espina dorsal.
Dicen los sanadores que emplean técnicas para “abrir” o desbloquear los chakras, que cada vez que un paciente acude a la consulta con problemas económicos se le detectan bloqueos en el chakra de la raíz. De ahí la importancia de ser conscientes de cómo tenemos este chakra y, de ser necesario, deberíamos abordar la tarea de abrirlo para canalizar sin obstáculos energía de prosperidad en grandes cantidades.
Como es habitual en este tipo de asuntos espirituales, es más fácil decirlo que hacerlo. Podemos mejorar la funcionalidad de nuestro chakra de la raíz a través de la meditación, el estilo de vida y, sobre todo, cambiando algunas actitudes y mentalidades que nos bloquean
Cada chakra está relacionado con ciertos elementos análogos. En el caso del primer chakra, el de la raíz, está simbolizado por la forma del cuadrado o del cubo; por el color rojo; por la nota musical Do; por el sonido del tambor; por el elemento Tierra; por el sentido del olfato; por la piedra preciosa rubí (también granates y hematites); por el metal plomo; por el elefante; por el aroma de la canela, el ajo y el sándalo.
Visualizar o rodearnos de cualquiera de estos símbolos estará llamando a profundizar en la conciencia de nuestro chakra de la raíz.
En cuanto a las emociones y cualidades que rige este chakra, está la confianza (en uno mismo y en el futuro); la paciencia; la seguridad; la capacidad de estructurar; y el deseo de materializar los sueños; así como el amor a la tierra y la capacidad de observar y admirar la Naturaleza.
También deberíamos promover y cultivar estas “virtudes” si queremos afianzar nuestro chakra raíz. Físicamente, podemos activar y desbloquear este chakra a través de cualquier ejercicio que mueva las piernas, como caminar, correr o bailar. En realidad, cualquier actividad que nuestros antepasados de la Prehistoria llevaban a cabo será favorable al chakra de la raíz. El yoga, asimismo, es un ejercicio excelente. Se trata, en definitiva, de fortalecer nuestras raíces, las que nos vinculan con lo que realmente somos: criaturas de la Naturaleza.