"Es pues la Fe, la certeza de lo que se espera,la evidencia de lo que no se ve"; Hebreos 11:1
De acuerdo al diccionario:
"Fe"; Confianza en las afirmaciones de otro; Una luz y conocimiento sobrenatural con que, sin ver, se cree lo que Dios dice y la Iglesia propone.
"Creencia"; Firme asentimiento y conformidad con alguna cosa. Completo crédito que se le da a un hecho.
"Creer"; Tener por cierta una cosa que el entendimiento no alcanza o que no está comprobada o demostrada.
"Esperanza"; Confianza que se tiene de recibir algo.
Entender y aceptar las definiciones de Fe, Creencia, Creer, Esperanza, etc., nos es fácil. El verdadero problema radica en la aplicación. Si aplicáramos realmente la Fe, nuestra vida sería otra.
"El que en mí cree, estas obras que Yo hago, las hará también, y aún mayores hará"; Juan 14:12.
"La Fe se ha reconocido a través de todos los tiempos, como un poder - sea ésta en Dios, en nuestros semejantes, en uno mismo, o en lo que uno está haciendo"; Ernest Holmes.
Este poder no es falible y está ahí para nuestro uso. Lo que si es falible es nuestra falta de Fe, la falta de confianza en un Dios todopoderoso. Dios no es un Ser caprichoso que si le caemos bien nos da y si no, caemos de su gracia.
¿Por qué un Dios que es perfecto Amor querría darle a unos y no a otros? ¿Por qué querría escuchar unas plegarias y otras no?
Conocimiento vs creencia.
La Fe es conocimiento; mientras que las creencias pueden cambiar, no así el conocimiento. Se creía que la tierra era plana y esta creencia cambió por el conocimiento de su forma real.
La convicción que tenemos de que el sol saldrá mañana, es la misma convicción que debemos aplicar a nuestra vida diaria. La convicción de que Dios está en nosotros, que somos su esencia, cocreadores con Él.
Con la Fe de Dios lograremos lo que sea que nos propongamos, ya sea sanar el cuerpo físico, algún agravio, alguna relación o cualquier meta que tengamos.
En el lado opuesto de la Fe está el temor. Y cuando decimos que tenemos Fe o que creemos; ¿Qué tanto realmente se inclina la balanza hacía el temor en lugar de hacía la Fe?.
"Llegó el miedo y tocó a la puerta. Salió a abrir la Fe y no había nadie"
Porque cuando es una Fe como la hemos descrito, o sea, un saber, un conocimiento, entonces no hay duda, no hay temor, hay certeza.
Es nuestra Fe o la falta de ella lo que determina el resultado de nuestras oraciones. Si estamos orando pero en el fondo estamos temerosos, angustiados o preocupados, es como si oráramos al revés. Es decir, atraemos aquello que más tememos.
"Por tanto os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá"; Marcos 11:24
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