Tal vez en alguna ocasión en tu vida, te enamoraste de otra persona que en un principio no era un objetivo sencillo de alcanzar (pero al igual que tú tampoco lo eres). Mientras tú creías en tus posibilidades, seguro que tuviste que escuchar en más de una ocasión, “ten cuidado que vas a sufrir”, “estás jugando con fuego”, “esa persona no te conviene”…
Es como si en cierto modo, ante el temor que otras personas tienen de verte sufrir te cerrasen puertas antes de tiempo a través de lo que en inteligencia emocional se llama pensamiento negativo. A mí me gustaría dar la vuelta a este tipo de recomendaciones.
Es verdad, puede que te hagan daño, puede que hayas apostado por una historia difícil… sin embargo, también sé que se vive sólo una vez en la vida, es decir, no tienes mil oportunidades diferentes de realizarte como tú quieres. Y la verdad es que, ojalá el amor fuese tan sencillo como enamorarte de quien tu quisieras. La realidad es que a veces, te fijas en la persona más difícil de alcanzar pero eso no significa que sea inalcanzable.
En principio te diría que te alejaras a tiempo de una historia difícil menos cuando no puedas evitar sentir que tienes delante de ti a alguien especial. A alguien que tal vez, estuviste esperando toda tu vida porque reúne cualidades físicas y psicológicas que te gustan, o mejor dicho, que te encantan.
¿Hasta dónde estás dispuesto a llegar por amor? Es importante que te hagas esa pregunta a ti mismo y la respondas con honestidad porque eso también te ayudará a ti a la hora de alejarte de cierto tipo de historias, o al contrario, a la hora de luchar de verdad cuando creas que te encuentras ante un imposible. Yo diría que imposible no hay nada porque precisamente, si hay una cualidad innata en el amor es la de convertir lo difícil en realidad.
A veces, ante las decepciones adoptamos el rol equivocado. Nos conformamos, incluso, llegamos a pensar en las ventajas de que algo no haya salido bien. ¿Por qué? Hay que cambiar este hábito del pensamiento, si alguien te importa, busca la forma de mostrárselo. Y el tiempo dirá lo que tenga que decir.
Y te aseguro que tú mismo podrás ver de una forma mucho más clara qué sientes en caso de que lo intentes que no en caso de que te quedes idealizando en la distancia al otro. ¿Hasta donde estás dispuesto a llegar por amor? Espero que hasta donde haga falta para ser feliz y tener el placer de regalarte una historia especial y diferente. Cierra los ojos, piensa en aquello que deseas, porque tal vez, se convierta en realidad. Mucha suerte. ¿Existe alguien que debilita tu voluntad? ¿Alguien que es especial para ti y ni siquiera le conoces desde hace meses? Entonces, escucha esos síntomas que te hacen sentir un poquito más vivo cada vez que ves a esa persona o, simplemente, cuando piensas en ella.
A veces en la vida, para ganar hay que arriesgar. Y tal vez, también esperar. Pero hay esperas que merecen la pena.