En nombre de Jesucristo, yo ahora renuncio, rompo, me aparto y aparto a mis hijos (y cónyuge) de toda herencia síquica, prisiones del demonio, poderes síquicos, dependencias, cautiverios, enfermedades físicas o mentales, o maldiciones sobre mí o sobre mi familia, como resultado de los pecados, transgresiones, iniquidades, ocultismo o envolvimiento psíquico de parte mía, de parte de mis padres o de cualquiera de mis antepasados, o de mi cónyuge, de sus padres o de cualquiera de sus antepasados. Gracias, Señor Jesús, por haberme liberado. Así sea.