El extraño fenómeno de la Bilocación

El término Bilocación es utilizado para describir el fenómeno en el cual una persona u objeto está ubicado en dos lugares simultáneamente.

En el caso de las personas, quien lo experimenta es capaz de interactuar con su entorno normalmente, incluida la posibilidad de experimentar sensaciones y de manipular objetos físicos exactamente como si hubiera llegado a través de medios naturales. La Bilocación, es uno de los fenómenos más extraños en el mundo del cual existen algunos registros a través de los años, especialmente en el cristianismo son varios los personajes capaces de éste fenómeno, también es conocido en el budismo esotérico donde se mencionan casos en los cuales altos cleros tibetanos "aparecieron, al igual que muchos de los antiguos santos, en diferentes lugares al mismo tiempo".


Son varios los santos con historias de bilocación, por ejemplo: San Antonio De Padua, se encontró simultáneamente en Lisboa y en Padua. A San Alfonso María de Ligorio se le vio en los funerales de Clemente XIV cuando no había dejado la Parroquia de Santa Ágata de los Godos. San Martín de Porres fue visto a la misma hora en lugares y hasta en países diferentes. San José de Cupertino asistió a la muerte de su madre en su pueblo natal sin abandonar el convento de Asís donde residía. Sor Ana de los Ángeles y Monteagudo, religiosa dominica de Arequipa (Perú), iba frecuentemente a ayudar a los indios de las alturas de Arequipa en sus dificultades.

La historia de Sor María de Jesús de Ágreda

Historias sobre la Bilocación hay muchas, algunas más conocidas que otras, personalmente una de las más sorprendentes es la historia de Sor María de Jesús Ágreda nacida en Ágreda (Soria) en 1602, y murió allí mismo en 1665.

Ésta religiosa llegó a ser, confidente y consejera de Felipe IV. Se llamaba María Coronel, pero fue conocida por el nombre de su ciudad natal. Perteneció a una familia de extremada religiosidad, hasta tal punto que, cuando María tenía 16 años, padres e hijos se unen a la vida religiosa, su madre funda un convento en su casa y su padre se une a los franciscanos, al poco tiempo fue adquiriendo fama de santidad y de ser favorecida con revelaciones sobrenaturales, cómo éxtasis profundos y levitaciones, luego manifestó el poder de la bilocación de una manera sorprendente, fue vista por los indios xumanas de la Baja California a miles de kilómetros de su convento.

Cuenta la historia que cuando el fray Alonso de Benavides llego a la zona de Nuevo México para evangelizar a los indios locales, éste se llevó una de las sorpresas más grandes de su vida, los indios habían sido evangelizados con anterioridad a tal punto que cuando entraron en contacto con el fray éstos le pidieron los unja con el bautizo. El fray empezó a investigar quien se le había adelantado en su trabajo, y llegó a descubrir la existencia de una dama azul como los indios la llamaban, una mujer que con ropaje azul les enseñó la doctrina cristiana.

Alonso de Benavides, levantó acta de cómo, en efecto, una mujer joven y blanca, cubierta por un manto azul, predicó en las orillas del Río Grande mucho antes que sus misioneros. En un curioso informe de 109 páginas, Benavides mostró su estupefacción por la docilidad con la que los nativos habían acudido en masa a convertirse. “Preguntando a los indios que nos dijesen la causa por la que con tanto afecto nos pedían el bautismo —escribió—, respondieron que una mujer como aquella que allí teníamos pintada (que era un retrato de la madre Luisa de Carrión) les predicaba a cada uno de ellos en su lengua para que los enseñasen y bautizasen”.


Estos fenómenos motivaron las sospechas del santo Oficio que inició un proceso de investigación para dilucidar sus actividades. Salió absuelta y ello fomentó aún más su fama, tanto, que hizo que el rey Felipe IV fuera a conocerla. Fue tal la impresión que causó al monarca que éste le visitó varias veces e iniciaron una relación epistolar que duró hasta su muerte.

Se estima que ella realizó más de 500 viajes a nuevo México, sobre este caso existe gran cantidad de información y narraciones, ella mismo escribió algunas obras y se conservan las cartas que intercambió con el rey de España.

Otra peculiaridad con respecto a esta monja está en su cuerpo el cual se ha mantenido casi incorrupto desde su muerte, se expone en el museo que existe en convento en el que vivió.

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