En la fase inicial del enamoramiento es indispensable tener los pies en el suelo, es decir, no perder de vista la objetividad. Tal vez una historia avance poco a poco, sin embargo, es bueno hacerse varias preguntas. En primer lugar, es indispensable tomar conciencia de quién es el que da. Es decir, es muy diferente tomar la iniciativa a comportarte de una forma mecánica, respondiendo ante un estímulo. ¿Eres tú quien propone los planes o por el contrario, el otro también toma la iniciativa de buscarte?
En ese caso, vas por el buen camino de la reciprocidad. En caso de que seas tú, únicamente, quien está dando, no pasa nada siempre que seas consciente de ello y lo asumas sin frustrarte. Por otra parte, al inicio del sentimiento también es bueno analizar con objetividad el perfil del objeto de deseo. ¿Es alguien que puede aportarte bienestar o por el contrario, puede llevarte al malestar en base a una relación tóxica?
Se establece una relación negativa con alguien que vive bajo el perfil de víctima por ejemplo. Muchas chicas actúan como salvadoras de hombres frágiles e indefensos. Este tipo de patrón, es muy peligroso, ya que en algún momento, el salvador también puede convertirse en perseguidor. Es decir, puede frustrarse y quejarse por su mala suerte.
Además, más allá de la fuerza inicial del amor, también es indispensable tener los pies en el suelo y dar tiempo al tiempo. Es imposible conocer a alguien en un mes, saber cómo piensa, qué siente y cuál es su modo de ser. Por ello, es mejor tener paciencia y no entregar el corazón a nadie antes de tiempo.
La prisa no es buena consejera en el amor a pesar de que vivimos en la sociedad de lo rápido y de lo inmediato. ¿Cómo logras tú poner conciencia al enamoramiento?