"Incluso en el ser humano aparentemente más insignificante, se
encuentran cualidades y virtudes que esperan el momento de
manifestarse. Es por ello que, antes de ocuparse de los defectos
de sus discípulos, un Maestro procura que aparezcan todas sus
potencialidades divinas. Así es como yo trabajo con vosotros, y
es de esta forma también que debéis trabajar alimentando
pensamientos sagrados los unos hacia los otros. Alimentando estos
pensamientos sagrados, dejáis de preocuparos de los detalles que
no son tan gloriosos, para concentraros sobre el Principio divino
en los seres. Realizáis así un buen trabajo sobre vosotros
mismos, y ayudáis también a los demás. Mientras que
ocupándoos de sus defectos, sois vosotros los primeros en
perjudicaros porque es como si os alimentarais de impurezas, e
impedís también a los demás avanzar.
¡Cuánta gente se imagina que van a ayudar a los demás a
corregirse subrayándole sus defectos! En absoluto, al contrario,
sólo se puede ayudar a los demás dirigiendo su atención sobre
su naturaleza divina."
Omraam Mikhaël Aïvanhov